«Feijóo sabe que en la Comunitat se juega media Moncloa»
El PPCV espera un congreso en Sevilla que permita medir la buena relación de Génova con la dirección de Mazón
El congreso extraordinario del PP que arranca este viernes en Sevilla abre una nueva etapa en el partido. Y no es únicamente por la designación ... como presidente de Alberto Núñez Feijóo tras el fallido liderazgo de Pablo Casado. Los cambios de personas en la dirección nacional siempre provocan novedades en la relación con las direcciones regionales. En el caso del PP valenciano, Sevilla es la primera oportunidad para medir cómo será esa nueva relación entre Génova y el PPCV que lidera Carlos Mazón.
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Dos valencianos, el alcalde de Alicante Luis Barcala y la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, estarán en la mesa que dirigirá el cónclave que proclamará líder a Feijóo. «Un buen síntoma», se ha concluido desde el PPCV nada más conocerse la noticia. La dirección valenciana se sabe examinada porque es consciente de que la caída de Casado y de su secretario general, Teo García Egea, lo es también la de las dos personas más determinantes en la salida de Isabel Bonig y en la designación como presidente regional de Carlos Mazón.
Que dos valencianos vayan a estar en la mesa del congreso tiene un carácter simbólico, pero no es, con todo, un hecho como para dar por respondida la pregunta que surge. Es verdad que Barcala y Carrasco se ven refrendados a un año vista de las elecciones municipales. Pero ¿la relación de la dirección valenciana con la calle Génova va a ser igual de estrecha? ¿Y quién va a ser el interlocutor?
Las respuestas a estas preguntas pueden empezar a conocerse en el congreso de los días 1 y 2 de abril. Se analizarán los indicios, los gestos y, especialmente, los nombramientos. Feijóo debe nombrar nuevo equipo aunque quienes lo conocen pronostican que quizá no lo desvele por completo en Sevilla.
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Entre la incógnitas a resolver, el papel que jugará el valenciano Esteban González Pons en la nueva dirección nacional. En 2018 era el candidato del líder gallego para la secretaría general. Ahora, asentado en Bruselas, está por ver si ese vuelve a ser su destino o si ocupa otro cargo de responsabilidad. De lo que pocos dudan es de que el vicepresidente del PP europeo se ha convertido en el dirigente valenciano más influyente en Madrid. Y eso puede anticipar que la relación del PPCV con Génova pasará por él.
Pero quizá no únicamente, como diría cualquier gallego que se precie. Mazón mantuvo un encuentro la semana pasada con Feijóo en Santiago. Un contacto en el que líder gallego se interesó por la situación del PP valenciano, la situación política de la Comunitat y, desde luego, por las expectativas electorales del partido de Mazón y María José Catalá en mayo de 2023. «Feijóo se juega media Moncloa en la Comunitat Valenciana, y él lo sabe», proclama una fuente del PPCV.
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De ese encuentro entre el presidente gallego y el líder del PP valenciano no ha trascendido mucho más que la cordialidad entre ambos y el análisis de la situación política. Pero la dirección valenciana concluye que sí, que Feijóo apuesta por la Comunitat y es consciente de la trascendencia de recuperar la hegemonía electoral en esta región como mejor manera de optar él mismo a la Moncloa en las generales.
¿Y eso cómo se va a traducir? En el congreso de este Sevilla cada nombramiento será mirado con lupa. Lo será también el puesto de González Pons, aunque su presencia en la dirección nacional será consecuencia de su relación con Feijóo y no responde a una cuota del PP valenciano.
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De igual manera lo serán también, si los hay, otros nombramientos de valencianos. Tras trascender que el dirigente gallego prepara una Oficina del Presidente compuesta por 'ministrables' al margen del comité ejecutivo nacional, el peso de miembros del PPCV tiene un nuevo ámbito en el que medirse.
El nombre de la exlíder del PPCV Isabel Bonig es uno de los que más se comentan. Bonig será uno de los 379 compromisarios del partido valenciano que participan en el cónclave de Sevilla. Belén Hoyo, que dimitió de la presidencia del comité electoral del PP en plena bronca con Casado y García Egea, aparece en todas las quinielas.
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