El PSPV pide que Barrera hable en Les Corts de señas de identidad y el Consell elige a Camarero

La portavoz del grupo socialista de Les Corts Mercedes Caballero presentó el pasado 23 de enero una solicitud de interpelación al vicepresidente primero y conseller de Cultura y Deporte, Vicente Barrera, «sobre la política general de la conselleria en materia de señas de identidad valenciana». Era una interpelación directa al vicepresidente primero, no genérica al Consell, de manera que lo razonable era que, siguiendo el protocolo habitual, fuera Barrera quien interviniera en esa interpelación.

Pero... no será Barrera el que intervenga. El pasado lunes, Presidencia de la Generalitat -que de quien dependen las relaciones con Les Corts- presentaba en registro de la Cámara un escrito en el que señalaba, en relación con esa solicitud de interpelación sobre señas de identidad que el miembro del Consell que intervendría sería la vicepresidenta segunda y consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, es decir, Susana Camarero.

No es una sustitución intrascendente, ni mucho menos. No sólo por la obviedad que supone que Barrera pertenece a Vox y Camarero es, además de dirigente del PP, uno de los miembros del Consell de máxima confianza del president Carlos Mazón.

En el fondo de la decisión se vislumbra tanto lo delicado del debate propuesto, el de las señas de identidad, como la necesidad de que la interpelación, y la moción subsiguiente a la que dé lugar, no acabe generando una nueva polémica en relación con este asunto.

Fuentes del Palau de la Generalitat remarcan, no obstante, que las competencias vinculadas a las señas de identidad pertenecen a Presidencia, y más en concreto a la secretaría autonómica de Transparencia, Participación y Memoria Democrática. Y que como todas las comparecencias que afectan a un área de Presidencia, la persona que se encarga de las comparecencias en el Parlamento valenciano es la vicepresidenta segunda, Susana Camarero. «En ningún caso se ha pretendido esquivar al vicepresidente Barrera. Es que esas competencias no son de su conselleria», se insistió.

Desde su llegada al cargo, Barrera ha hecho bandera de medidas dirigidas a hacer frente a las ayudas que el Consell del Botánico, y otras instituciones dirigidas por la izquierda valenciana las últimas legislaturas ofrecieron a entidades de perfil catalanista. Una posición que encaja con el discurso mantenido por el PP valenciano, pero que Barrera ha elevado en el tono.

Hace sólo unas semanas, el dirigente de Vox expresaba en redes sociales que sentía «asco, vergüenza, indignación y traición» por el acuerdo alcanzado entre Sánchez y Puigdemont. Este martes, tras el fracaso del Gobierno en la votación de la amnistía, Barrera se refería al «precio de pactar con separatistas y filoetarras. Iban a ceder al chantaje y el chantajista ha subido la puja. Sánchez carece de escrúpulos con tal de seguir en el poder, pero jamás llegué a pensar que su ego superaría a su capacidad de tragar con todo. Tragará, veréis».

El Consell ha optado por un tono bastante más conciliador. Camarero representa no sólo uno de los perfiles más eficaces en la gestión del Gobierno valenciano. Es también una de las dirigentes populares más cercanas a Mazón. La propuesta de debate de Caballero busca retratar las diferencias entre PP y Vox en relación con las señas de identidad. Después de que el Botánico decidiera derogar la ley de señas aprobada con el Consell de Alberto Fabra, el Gobierno de PP y Vox mostró su determinación para recuperar la norma, decisión que se ha anunciado pero que aún no se ha llevado a cabo.

Lo que sí se han planteado son dos Iniciativas Legislativas Populares (ILP) con un trasfondo coincidente. La más reciente, de finales de 2023, propone aprobar una ley de defensa de las señas de identidad y cuenta con el aval del veterano valencianista Juan García Sentandreu. En abril de 2022 se presentó otra ILP, esta de libertad de elección de lengua, impulsada por Hablemos Español. La dirección de Vox ve con muchos mejores ojos la segunda que la primera.