La Comunitat, de nuevo, a la cola de la financiación

El volumen total de la financiación definitiva de las CCAA, medida a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal, experimentó en 2023 un incremento de unos 2.900 millones de euros (un 1,94%) con respecto a 2022. Puesto que 2023 se cerró con una tasa de inflación del 3,4%, este resultado supone una ligera reducción de la financiación autonómica en términos reales frente al rápido crecimiento del año anterior (un 14%).

La diferencia entre ambos ejercicios proviene en parte de la desaceleración en 2023 del crecimiento del PIB, y por tanto de los ingresos tributarios, y en parte de una caída del 8% en las transferencias estatales (tras una subida del 34% el año anterior) que ilustra el «caprichoso funcionamiento» de algunos elementos del modelo de financiación. En particular, el sistema de entregas a cuenta y liquidaciones, junto con el uso de un índice de evolución que refleja los ingresos tributarios del Estado calculados con un criterio de caja, tienden a generar llamativos dientes de sierra en la evolución de ciertas partidas.

La Comunitat atraviesa una delicada situación económica que asfixia su balance financiero. Hace apenas unas semanas, el Consell anunció un crédito con tres entidades bancarias para disponer de 1.800 millones de euros con los que hacer frente al pago a proveedores. La inédita desaparición del Extra Fla, un ingreso económico que se ha mantenido durante los últimos 12 años, ha llevado al límite la cuentas públicas.

Las perspectivas, por otra parte, tampoco invitan al optimismo. La negociación del Gobierno con Cataluña ha cristalizado en un ofrecimiento de una financiación singular para la región lo que ha irritado al resto de territorios, en especial a aquellos gobernados por el PP, porque supone el fin del modelo de régimen común.

La idea consiste en que Cataluña recaude todos los impuestos y posteriormente entregue una cantidad al Estado por los servicios que presta en Cataluña y que también contribuya con una especie de cuota de solidaridad para el resto de autonomías. La cuantía de estas dos variables, no obstante, siguen en el aire.

La Comunitat ha reclamado de manera insistente la posibilidad de un fondo de nivelación, un ingreso de unos 1.000 millones anuales vía Presupuestos del Estado con el que paliar las carencias actuales del modelo, caducado desde hace más de una década. Pero el Gobierno no lo contempla.