Carlos Mazón, el pasado lunes, en la comparecencia en el Congreso. Reuters

Las cloacas del Congreso: «Cállese, no me interesa, psicópata, inútil...»

Los diputados tratan de aprovechar los minutos para su beneficio y muestran escaso interés por lo que tiene que decir el presidente

A. Rallo

Valencia

Martes, 18 de noviembre 2025, 00:31

El nivel en Les Corts de hace una semana fue mínimo. Incapaz de llegar al aprobado. Pero el Congreso superó este lunes el nivel de ... indecencia. Lo más sorprendente es precisamente que esto no solo era posible sino probable. Si la política es un reflejo de la calle, de la sociedad... Los diputados, salvo alguna excepción, pertenecen a los callejones más oscuros, aquellos donde el suelo está plagado de cristales, colillas y basura. Y entre ellos se realimentan. Copian y multiplican lo malo. El Parlamentarismo también tiene sus cloacas. En esa atmósfera del insulto, hay uno que respira mejor que el resto. Tiene más capacidad. Se trata de Gabriel Rufián (ERC). No tiene rival porque atesora las mejores virtudes para este juego. «Usted es un inútil, un mentiroso, un incapaz, un homicida, un psicópata. Ojalá pague con la cárcel», se despidió. Antes, prácticamente un monólogo de 20 minutos con escasas concesiones de la palabra. «Cállese» o «No me interesa» fueron algunos de sus mensajes.

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La estrategia del líder de Esquerra era la idónea para avergonzar a Mazón. Exponía un relato de la vida de las víctimas que murieron cuando el presidente estaba en El Ventorro. La cara del presidente en funciones demostraba el mal trago de esos 20 minutos. La escenificación de Rufián -un político que acierta en los asuntos sociales pero del que no se puede obviar su origen y objetivos- estaba más pensada para unas redes sociales, un corte en su próxima visita a La Revuelta. De hecho, mostró al presidente un documento que afirmó ser el protocolo del Es Alert. Pero no. No lo era. Se trata más de una guía de usuario, según ha explicado la exconsellera en multitud de ocasiones. Lo que mostró Rufián era el pliego de las condiciones técnicas del sistema.

Ione Belarra, de Podemos, demostró que prepararse las comisiones no es algo que domine. El diputado de Compromís, Alberto Ibáñez, copió por momentos el estilo de Rufián. «¿Es usted la X del Es Alert?», soltó durante su intervención.

Tampoco el PP completó una comparecencia de manera decorosa. Por parte del grupo, estaba el diputado Fernando de Rosa y César Sánchez. En ocasiones, durante las intervenciones propias o de otros compañeros se escucharon golpes continuados en la mesa que, al parecer, en sede parlamentaria equivale a los aplausos. No parece la actitud más correcta para unos representantes que cobran unos atractivos sueldos por representar a la ciudadanía. Pero bueno, todo parece allí permitido.

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De igual modo, ni se entiende la agresividad dialéctica desmedida de la oposición ni los 'masajes' a distancia de Vox –todo fueron preguntas a las que Ignacio Gil Lázaro pidió que se contestara con un sí o un no– ni la extensa reflexión del diputado popular para agotar el tiempo del presidente.

Alejandro Soler, del PSPV, no mejoró los antecedentes. Sus palabras también fueron de mal gusto. «Usted tenía unas expectativas muy altas aquella tarde, incluso se había llevado una muda al Ventorro...» La insinuación era suficientemente potente para apuntar hacia el aspecto más morboso. Mazón habló del machismo que suponía hacer esas afirmaciones y recordó que Soler también había sido víctima de algunos bulos machistas y ahora era él quien se encargaba de fabricarlos. «Quién le ha visto y quién le ve», manifestó el presidente sin querer profundizar en más detalles.

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Diana Morant, la ministra de Ciencia, que hace unos días afirmó sin ruborizarse que no atendió las llamadas del vicepresidente Gan Pampols para la reconstrucción porque consideraba que era una estrategia de Mazón también disfrutó de un desafortunado instante de protagonismo. En primer lugar, ya dio su opinión de la comparecencia antes incluso de que esta se celebrara. En un supuesto análisis más sosegado, en un tuit, apuntó que si Mazón no sabía lo que estaba ocurriendo era porque «es un inútil o un idiota».

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