FGV fichó a Francesc Romeu a los tres días de que el PSPV apoyase evitar los enchufes

La incorporación de Francesc Romeu, vicesecretario general del PSPV, como directivo de FGV, empresa dependiente de la conselleria que dirige la socialista María José Salvador, se decidió durante un Consejo de Administración de la empresa de transporte celebrado el 16 de diciembre. Tan sólo tres días antes, el grupo parlamentario del partido que lidera Ximo Puig apoyó una moción del PP en Les Corts en la que se insta al Consell (el que preside el propio Puig) a reducir la elección de directivos de personal de la Administración autonómica al margen de cualquier tipo de concurso público; es decir, a través del enchufe y la libre designación.

Les Corts aprobó el pasado martes 13 de diciembre, en la comisión de Economía y Presupuestos, una enmienda presentada por el PP en la que se insta al Consell la reducción de los puestos de libre designación.

La portavoz de Justicia del PP en Les Corts vaticinó entonces lo que posteriormente ocurrió. La diputada María José Ferrer San-Segundo señaló que la enmienda, que fue aprobada por todos los partidos, incluido el PSPV, «era necesaria después de ver cómo en año y medio el Consell del Botànic ha hecho todo lo contrario de lo que predicaba respecto a este tipo de puestos. Ahora falta que el Consell cumpla esta enmienda aprobada en Les Corts, algo que está por ver porque no sería la primera vez que Puig y Oltra incumplen una resolución aprobada en el Parlamento Valenciano». Tres días después, el viernes de esa misma semana, FGV decidió una nueva reestructuración de su organigrama, fruto de la cual Romeu ha pasado a cobrar del erario público como director de Relación con los Clientes y Accesibilidad de la firma de transporte metropolitano. La llegada de Romeu se produce, obviamente, por libre designación, sin publicidad ni concurrencia, sin proceso de selección ni concurso de ningún tipo. Una práctica que durante anteriores legislaturas, en las que el PP dirigió el Consell, fue abiertamente criticada por los partidos de la oposición que ahora sustentan al Ejecutivo que preside Puig. Compromís incluso llegó a poner en marcha una página en internet donde daba cuenta de los enchufes.

Tras conocerse la incorporación de Romeu a FGV, el PP ha anunciado que solicitará al Consell que informe si, en el caso del vicesecretario general de los socialistas valencianos, «pudiera haber incompatibilidad de su cargo en FGV con el cumplimiento del Código del Buen Gobierno de la Generalitat en lo referente al apartado de intereses partidistas» ya que Romeu «mantiene su cargo en el PSPV y ahora ocupa un cargo ejecutivo en FGV», según explicó el portavoz adjunto del grupo parlamentario popular en la Cámara valenciana Vicente Berotet, quien consideró que la consellera María José Salvador, máxima responsable de FGV, «imita a su compañera socialista, la consellera de Sanidad, Carmen Montón, en su política de enchufismo en los nombramientos y ha convertido Ferrocarrils en una agencia de colocación».

Más casos

«No solo está el caso de Romeu. Hay que sumar al alcalde de Paterna, el socialista Juan Antonio Sagredo, y Pilar García Reche, hermana de quien fuera conseller con Joan Lerma y ahora vicepresidente ejecutivo del Consejo de la Innovación, Andrés García Reche», enumeró Betoret, que relató: «Sagredo, ingeniero de formación, ocupa un puesto en el departamento de Seguridad en la Circulación pero va a ser ascendido al departamento que ahora dirige Francesc Romeu. Hasta ahora había priorizado su tarea en el Ayuntamiento de Paterna sobre las realizadas en FGV. En cuanto a Pilar García Reche ha sido nombrada delegada de FGV en Alicante, cargo que ahora va a tener una mayor autonomía en las decisiones según el comunicado hecho público por la empresa». El mencionado comunicado de FGV donde admitía la presencia de Romeu en su organigrama de directivos apareció el 3 de enero, tres semanas más tarde de que el Consejo de Administración de la empresa tomase la decisión de incorporarle a la cúpula de FGV como cargo de libre designación, una práctica rechazada por el PSPV sólo 72 horas antes en Les Corts.