Puig recupera la amenaza de ir al juzgado si no se reforma ya la financiación

valencia. La reforma del sistema de financiación autonómica será la gran batalla a librar por el Gobierno valenciano durante los próximos meses. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, inicia hoy mismo una ronda de reuniones con partidos políticos y organizaciones con el objeto de lograr un acuerdo para reclamar ante el Ejecutivo central que ponga fin a la infrafinanciación que arrastra la Comunitat. Durante su intervención ayer en el Fórum Europa, el jefe del Ejecutivo valenciano volvió a dejar claro que no se quedará de brazos cruzados ante una situación que «no es un mal divino ni para el que callar es una solución», y recuperó, con más contundencia si cabe, el escenario de un eventual recurso a los tribunales de justicia si el Gobierno de Mariano Rajoy no aborda ya una solución. «Nos tenemos que hacer respetar», advirtió.

Puig, arropado por una destacada representación de dirigentes empresariales, por los miembros de su Consell y por responsables de distintas entidades, situó el problema de la financiación autonómica, junto a la necesidad de un mecanismo transitorio que permita a la Comunitat recibir fondos hasta que se reforme el actual modelo, y a la deuda histórica de la Comunitat, como los tres debates que la Comunitat Valenciana necesita «abrir ya. Son una urgencia».

El presidente hizo un repaso de la situación financiera de la Comunitat, sostenida durante los últimos tres años por los préstamos de casi 30.000 millones realizados por el Ejecutivo central para evitar el colapso de la autonomía. «Somos la autonomía peor financiada. En 2012 recibimos 1.300 millones en financiación que la media. Para equipararnos con las autonomías forales, deberíamos de recibir 9.300 millones de euros adicionales al año», recordó. Puig, hasta hace pocos meses diputado nacional del PSOE, recordó además que en el apartado de inversiones la Comunitat también viene siendo castigada. «Para alcanzar la media del resto de comunidades, la valenciana debería de haber recibido otros 1.980 millones de euros en cinco años», dijo.

Puig aclaró que la Comunitat Valenciana propondrá un sistema de financiación «para España, no sólo para los valencianos». «Tenemos que unirnos para reivindicar una financiación justa», dijo en alusión a los contactos que inicia hoy -mantiene una reunión con la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig-. Puig recuperó en este asunto la advertencia, ya realizada en alguna ocasión por algún otro miembro del Consell, de acudir a los tribunales de justicia si el Gobierno central insiste en retrasar la apertura de la negociación para reformar el modelo de financiación. «Si el diálogo sigue cerrado, plantearemos acciones legales, denunciando el incumplimiento de los principios que establece la LOFCA -ley de financiación autonómica- y el de igualdad recogido en la Constitución», añadió. Puig admitió que el de la financiación no es un problema nuevo y que él no busca «culpables». «Propongo soluciones justas para la Comunitat Valenciana y para el resto de España», reiteró.

En un momento de la conferencia, Puig dio la bienvenida a que el PP valenciano haya ofrecido un pacto para acudir con la Generalitat a reivindicar ante el Ejecutivo central la reforma del modelo. «Hasta en cinco ocasiones el PP ha votado en el Congreso en contra de la nueva financiación. Han llegado a decir incluso que el actual modelo favorecía a la Comunitat. Que ahora vengan es una buena noticia», dijo.

¿Y el nuevo modelo? Preguntado por la propuesta del ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, de ampliar la bolsa de impuestos cedidos a las comunidades autónomas, Puig se mostró mucho más pragmático. «Que se hable de política, no del reparto de impuestos». El presidente del Consell pidió que no haya más «trampas» en este debate. «Hablemos de toda la tarta (en velada alusión a los fondos destinados a la financiación), decidamos las políticas a aplicar y luego hagamos un reparto equitativo y justo», señaló. El presidente del Consell aseguró que los gobiernos del PP en la Comunitat habían desmontado «el viejo mito de que la derecha gobierna bien la economía». De hecho, proclamó que su Gobierno lleva semanas trabajando en resolver problemas graves de gestión -enumeró la SGR, la Ciudad de la Luz, Ciegsa y RTVV, entre otros-. Pos eso, anunció entre sus nuevos proyectos el de una Agencia Tributaria Valenciana, en colaboración con las diputaciones provinciales, y que permita mejorar las políticas de lucha contra el fraude, «así como recuperar el dinero sustraído» de las arcas de la Comunitat.

Puig anunció que este mismo mes empezará a negociar unos Pactos de la Generalitat, con el objetivo de configurar un plan económico valenciano 2015-2020. También apostó por la creación por ley de una Agencia de Innovación que revitalice los institutos tecnológicos y refuerce el papel de las universidades y su vinculación al sistema productivo. Puig dijo que el IVF reorientará sus políticas de crédito «porque hasta ahora tiene el doble de créditos al sector público que a empresas», pidió que las entidades privadas que han sustituido al sector financiero valenciano «se comprometan» con la Comunitat y anunció una oficina de inversiones para que quienes quieran invertir en nuestra autonomía dispongan de un único interlocutor.