Empieza en una fiesta. Hay famosos, 'photocalls', mesas repletas de champán y muchas cámaras de televisión. Es una entrega de premios a los mejores jugadores ... de la liga de fútbol francesa. Fodé Thiam es una de las estrellas del momento y está nervioso. Entonces, mientras se está entregando un galardón, el futbolista se levanta de la mesa de un salto y se encara con su entrenador. Sin saber por qué, Fodé le atiza un cabezazo al míster, que se derrumba en el suelo, sangrando. Antes de que se pueda incorporar, Fodé le grita «toubab». Toubab significa, más o menos, «blanco de mierda».
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Esto es ficción, los primeros minutos de 'La fiebre', en Movistar Plus. ¿Qué creen que pasaría si esto sucediera en la vida real? Pues creo que exactamente lo mismo que en la serie francesa: revuelo bestial en redes sociales, todo el mundo hablando lo ocurrido, vídeos y memes aprovechando el suceso... Se volvería viral. Violentamente viral. Tanto que, como siempre, terminarían formándose dos equipos repletos de gente sesuda que analizaría el cabezazo con una lectura eminentemente política: inmigración, patriotismo, derechos y deberes...
Pero... ¿y si resulta que no es más que un asunto de fútbol? ¿Y si convertimos ese cabezazo en el motivo para iniciar una guerra civil con lemas como 'Francia primero' y todo empieza por una tontada?
¿No les parece un planteamiento interesante? La serie es una maravilla que, quizás, pueda parecer completamente irreal. Tal vez lo sea. O, tal vez esa exageración sea la única manera para que miremos al espejo de frente, para darnos cuenta al fin de que 'La fiebre' habla precisamente de nosotros. Del nosotros de Francia, de Estados Unidos, de España y del resto del mundo.
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