Turismo en el día más corto del año
Un centenar de personas asiste a la ruta que desentraña los misterios que esconden los monumentos
Joaquín Andreu Esteban
Lunes, 22 de diciembre 2014, 00:23
El día más corto del año, el del solsticio de invierno que acorta las horas solares y deja paso a las noches más largas, fue el escogido para la realización de una nueva ruta de los misterios organizada por la Concejalía de Turismo.
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Fueron un centenar las personas que no faltaron a la cita con un guía como Miguel Sánchez, autor del libro 'El Grial de Lucifer' en el que novela los diversos enigmas que encierran diferentes monumentos de la ciudad. Sánchez comenzó su periplo por las joyas de la arquitectura local al revés de lo que suele ser habitual porque no partió de la Iglesia de Santiago de la que sale el recorrido cuando se celebra en horario vespertino.
Así explicó que a las 13.00 horas, una menos según el ritmo solar, era el momento adecuado para ver cómo los rayos de sol iluminan con la puntualidad de siglos los dragones entrelazados con los que los maestros canteros decoraron uno de los capiteles, animales inusuales en la iconografía religiosa de los templos, lo que pudieron ver con asombro los participantes.
La comitiva buscó en primer lugar la fachada de la Iglesia de Santo Domingo donde el autor de la novela de intriga hizo ver a los asistentes la presencia de un demonio violando a una doncella, castrado por la censura eclesial o la simbología de las figuras de la puerta de la antigua Universidad Literaria, con la Sabiduría y las muescas de los talladores de los sillares. Cada uno con su marca característica para luego poder cobrarlas al clero en la Puerta de Crevillente y la presencia de aves, muy presentes en todas las fachadas de los templos de la ciudad.
También destacó la relación entre las órdenes de monjes hospitalarios y sus antecesores los templarios, así como que la puerta está torcida respecto al conjunto monumental por una razón, que está alineada hacia el este para que los rayos de sol entraran por su portalón en los equinoccios.
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El recorrido también llevó a la comitiva a la casa palacio del Marqués de Rafal donde pudieron ver las singularidades de su escudo de armas y las vinculaciones de estos nobles grandes de España con la Orden del Hospital.
Una de las paradas más curiosas tuvo lugar en el claustro de La Catedral, donde Sánchez hizo todo un ejercicio de reinterpretación de la escultura en piedra negra de san Roque que está en uno de sus muros interiores. El guía lo hiló con el mundo alquimista y su procedencia del Languedoc, la iconografía del perro como elemento terrenal y del ángel como el volátil, dos de las esencias del mundo de los iniciados en esta filosofía iniciática. Tampoco faltó el análisis de La Diablesa de Bussy y su lectura hermética más allá de la religiosa sobre el número de figuras de ángeles que presenta, nueve, como cada uno de los nueve estadios en el que los alquimistas dividían el estado de sabiduría de sus componentes.
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