El paralímpico Santiago Sanz denuncia la nula accesibilidad de centros públicos

Sortea una barrera detrás de otra en su particular carrera diaria para realizar gestiones en los edificios públicos de Albatera. El atleta paralímpico Santiago Sanz denuncia que la mayoría de centros municipales incumple la Ley de Accesibilidad aprobada en 1999, y que impiden la independencia de al menos 2.500 vecinos. Además, el corredor de larga distancia asegura que desde el Ayuntamiento se ha querido «politizar» este asunto, ya que se van a emprender algunas correcciones en los obstáculos arquitectónicos de cara a las próximas elecciones.

El centro de discapacitados Azahares y el mercado de abastos son los únicos edificios pensados para personas con problemas de movilidad. Sanz aboga por acondicionar los edificios con puertas correderas automáticas o con pulsadores, así como ascensores con el fin de que parte de la población «pueda ser independiente para entrar o salir de la biblioteca».

El deportista ha elaborado un catálogo con las carencias de espacios públicos tan necesarios para personas con problemas de motricidad como el centro de salud. La lista sigue con edificios construidos cuando la Ley de Accesibilidad se encontraba ya en vigor como la sede de la Policía Local, la delegación local de Suma, la casa de cultura o la Biblioteca Municipal.

Y es que el ganador de varios metales en los juegos paralímpicos ya denunció hace dos años la inexistencia de una plataforma elevadora para poder hacer uso del gimnasio del centro deportivo municipal. Tras varias reclamaciones solicitó que se bajaran los aparatos de gimnasia sin éxito. Asimismo, el actual gobierno local abrió un nuevo centro público en las inmediaciones donde ubicaba el psicólogo municipal y la asociación de desintoxicación alcohólica. A la primera planta solo se podía acceder mediante unas escaleras y la solución de los responsables municipales fue destinar al psicólogo a otro emplazamiento. Para el atleta «esto no supone una solución», y censuró que «ahora se utilicen las obras de accesibilidad con fines políticos».

Entre los actos que programa este albaterense que da nombre al pabellón deportivo de la localidad se encuentra una jornada de deporte inclusivo que dio a los escolares de Infantil. Dentro del patio del colegio Miguel de Cervantes pudo comprobar 'in situ' el gran número de «barreras que pueden parecer invisibles, pero que a una persona con escasa movilidad le cuesta atravesar». El centro escolar dependiente de la Conselleria de Educación no dispone de rampas con pendientes del 2% en los accesos a las aulas prefabricadas. La falta de sensibilización también atañe a sus conciudadanos que aparcan sus coches en las rampas de las aceras.

El fondista ha narrado su circunstancia a nivel nacional a través de la revista 'Sport Life' donde critica también la nueva terminal del aeropuerto de El Altet, «no entiendo cómo un edificio que cuesta una millonada no tiene un carril para que puedan circular personas invidentes».