En su último apretón de tuercas al Gobierno, el líder del PP y pretendiente a la Moncloa, Núñez Feijóo, planteó su estrategia opositora de esta ... forma: «Si los ciudadanos se preguntan, con respecto a un año, si llenar la nevera resulta más fácil, la respuesta es no». Con la misma fórmula citó cuestiones similares: «Si pagar más impuestos les ha traído mejores servicios, si es más sencillo acceder a una vivienda...» Y a renglón seguido, igual respuesta: «no».
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Pocas personas van a decir que les parece barata la vivienda o la cesta de la compra. Y lo inmediato es culpar al Gobierno; el de ahora, el de antes, el de después. Para eso está cualquier Gobierno, el que toque. Me duele el bolsillo, ¿sabe usted?, hagan algo. ¿El qué? Ah, ustedes sabrán, que para eso están en ello.
La costumbre es que todos prometan que lo arreglarán todo, lo que sea, porque quieren que compremos su oferta, que les votemos. O sea, que nos tienen mal acostumbrados, y cuando nos duele el bolsillo nos aclamamos a quien salió elegido y no alcanzó a cumplir que dejaría de dolernos, como vino prometiendo.
¿Qué haría Feijóo para abaratar la cesta de la compra y lograr a la vez mejores precios para los agricultores?
A Feijóo le toca el papel de prometer. El listado es evidente: las cosas andan mal, hay mucha gente descontenta, tener casa se convierte en algo muy difícil y en ocasiones prohibitivo, a muchos les cuesta llenar la nevera... Bueno, queda claro el discurso, pero se echan en falta aportaciones nuevas, esperanzadoras; propuestas más claras que ofrezcan posibilidades diferentes, mejores salidas.
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Si nos fijamos en lo de los pisos, es notorio que hay un fuerte desequilibrio entre la escasa oferta actual y la creciente demanda. Así que todo consistiría en ponerse a construir nuevas casas, a lo grande. ¿Qué haría Núñez Feijóo al frente del Gobierno de España para dinamizar el asunto? ¿Qué se está haciendo al respecto en las autonomías que gobierna su partido? Seguro que tienen planes, pero los asesores que preparan estrategias se quedan en la retórica publicitaria de las preguntas/respuestas y nos dejan in albis.
Y en lo de llenar la nevera se ve un mensaje subliminal que inquieta. ¿Está realmente cara la comida, en comparación con todo lo demás? ¿Y de quién es la culpa, del agricultor, del supermercado, del transporte, de la burocracia...? ¿Qué haría Feijóo en el Gobierno para desentrañar tal misterio, traer importaciones baratas de choque? ¿Enfadaría más a los agricultores? ¿Contribuiría así a desestructurar más el malparado sector agrario? Seguro que no quiere eso. ¿Entonces? La cuadratura del círculo. Ir a lo fácil queda resultón, aunque se contribuya a fomentar que la producción agroalimentaria nos sale en España. Tan cara que cada vez hay menos productores dispuestos a arruinarse.
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