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¿Punto de inflexión?

No hay mejor momento para dar la vuelta a las cosas que cuando peor están

Miércoles, 12 de noviembre 2025, 23:21

Qué alegría nos dio el Valencia -a todos los que nos alegra que gane el Valencia- el pasado domingo. Y fíjense que solo empató y ... encima en casa, lo que, en condiciones normales, no sería desde luego un resultado para tirar cohetes. Pero es que veníamos de recibir bombardeo tras bombardeo los últimos seis fines de semana de liga.

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El Valencia de Cornellà, Girona, Vitoria y el que se vio en casa contra el Oviedo rozó el ridículo. Ante Villarreal y Real Madrid simplemente mostró incapacidad e impotencia. En el Santiago Bernabéu, derrotados de salida, y ante el submarino amarillo tras el primer golpe. Pero todo eso no sucedió en cambio frente al Betis. El planteamiento táctico de Carlos Corberán fue inmejorable. Los jugadores fueron sintiendo con el paso de los minutos que era el plan correcto y ganaron en confianza. Finalmente, tuvieron ese puntito de fortuna cuando la cosa se puso al borde del cara o cruz; ahí apareció el gol de Rioja cuando volvían los fantasmas.

Respecto a lo primero nada que ya no hayan leído: Corberán me parece tácticamente un gran entrenador. Siempre le defiendo en ese aspecto igual que le critico en el emocional. Maneja tan bien el libro del fútbol como mal el de la psicología. Y la salida de tres con Pepelu, los laterales largos más Almeida de tercer mediocampista fue un acierto espectacular. De esos que nos regalaba el año pasado para sorpresa de los entrenadores contrarios.

Mestalla no pide más que eso: que su equipo lo intente, se deje la vida y tenga personalidad

Es evidente que los jugadores se sintieron fuertes al poco tiempo de empezar viendo que el plan de partido funcionaba y recuperaron eso tan importante en el fútbol: la confianza. Y, como les escribí textualmente la semana pasada, con confianza cualquier equipo es capaz de cualquier cosa. Y, por último, la suerte también juega. En Cornellà salió cruz en la última jugada del partido y ante el Oviedo con ese penalti de Danjuma. Momentos aislados que pueden marcar el futuro.

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Pero, esta vez, el golpe del 0-1 encontró la suerte del gol muy poco después. Otra derrota ante el Betis sin haberlo merecido habría sido un golpe brutal.

Por eso los jugadores terminaron felices, el entrenador satisfecho y Mestalla sin criticar a nadie por empatar. Porque Mestalla no pide más que eso, que su equipo lo intente, se deje la vida, tenga personalidad y vocación ofensiva. Luego ganar o perder depende de un montón de circunstancias que Mestalla entiende perfectamente: Peter Lim y su proyecto, el poco dinero para fichar, el nivel de los jugadores -eso ya sí es cosa más de Corberán-... pero Mestalla eso no lo vuelca contra los jugadores. Siempre digo que la grada en Valencia es muy inteligente y lo que no tolera es la indolencia. Contra el Oviedo la hubo y pitó. Contra el Athletic media hora te pasaron por encima y 'runruneó'. Y ante el Betis apoyó, animó y empujó con todos los resultados vividos. Es fácil de entender. Fue una buena tarde para todos. Reconcilió al equipo con su grada, vimos todos un Valencia reconocible y Corberán encontró la tecla que lo hacía todo funcionar muchas semanas después.

Ahora hay que pedir que esto no sea flor de un día y que el equipo se estabilice en una idea válida para cada semana de liga. De nada sirve esto si no tiene continuidad en el derbi la próxima semana. Ah, y hablando del derbi -y del resto de partidos- que si no lo digo reviento: si Corberán puso a Pepelu a sacar la pelota entre los centrales fue para que no lo hagan los centrales ¿no? Pues, después de once jornadas y un gol del Betis, ya debería ser suficiente para saber lo que no puedes hacer nunca más.

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