EP

¿Killer Ayuso?

Primero cayó Pablo Iglesias, después Pablo Casado, ahora García Ortiz. Y algunos se preguntan si el siguiente en la lista es Pedro Sánchez o Feijóo

Pablo Salazar

Valencia

Viernes, 21 de noviembre 2025, 23:34

Como todo se quema tan rápido, hablar de Pablo Casado suena como remontarse a tiempos muy lejanos. Pero no hace tanto. Fue en febrero de ... 2022 cuando se desencadenó la crisis en el PP que precipitó su salida, siendo sustituido por Alberto Núñez Feijóo. Y todo fue por enfrentarse a Isabel Díaz Ayuso. Una operación de espionaje montada por la dirección del partido y que tenía como objetivo el hermano de la presidenta madrileña, que supuestamente había cobrado una comisión ilegal. Al destaparse el escándalo, los líderes territoriales abandonaron a Casado, que acabó dimitiendo. Menos de un año antes, la dirigente popular se había anotado su primera víctima política. Pablo Iglesias. Que dejó la vicepresidencia del Gobierno de España para presentarse en las elecciones madrileñas, cosechando un estrepitoso fracaso. Asumió la derrota y se marchó, dedicándose desde entonces a sus tareas de tertuliano, presentador de televisión, profesor de vez en cuando y empresario, además de pareja de la eurodiputada Irene Montero y controlador de Podemos a través de interpuestas como Ione Belarra. Ahora, la tercera víctima se llama Álvaro García Ortiz, sacrificado por el Gobierno socialista por filtrar lo que no debía. Todo para perjudicar a Ayuso. Paso por alto otros nombres del pasado, como Juan Lobato o Ángel Gabilondo, y me centro ahora en el futuro. ¿Quién es su siguiente objetivo, Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo?, se preguntan algunos analistas. No creo que Ayuso tenga una estrategia definida y no me parece que sus víctimas políticas hayan sido premeditadas. Es más bien la obsesión de los otros, de sus rivales, o de sus teóricos amigos, como Casado, lo que acaba convirtiéndose en un bumerán que golpea al que lo lanza. Casado no midió sus fuerzas, Iglesias tampoco y García Ortiz no es más que una pieza del tablero sacrificada por el sanchismo. Algunos medios conceden excesiva importancia a MAR (Miguel Ángel Rodríguez) y ensalzan sin rubor a una dirigente que muestra notables carencias políticas y que en unos meses puede arrastrar la condena de su pareja (a la que salió públicamente a defender, cometiendo un error infantil). Así que su próxima víctima no es ni Sánchez ni Feijóo, al que evidentemente sólo le queda una oportunidad. Lo que pueda pasar después es mera especulación. Conviene, no obstante, no engrandecer un fenómeno que se explica más por los errores de los contrarios que por las habilidades propias. No es tanto que Ayuso acierte en sus ofensivas como que algunos se empeñan en asomarse al abismo. Hasta que se caen.

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