Urgente Los WhatsApp de Pradas muestran que Presidencia conoció que había un fallecido por la dana a las 16.28 horas
EP
Belvedere

La izquierda no tiene vergüenza

Hacen política hasta con los premios nacionales del Ministerio de Cultura, cargados de ideología y de intencionalidad tan partidista como sectaria

Pablo Salazar

Valencia

Jueves, 16 de octubre 2025, 00:26

Los dos últimos premios nacionales que ha concedido el Ministerio de Cultura no han estado exentos de polémica. Cosa perfectamente previsible estando al frente del ... departamento quien está. El lunes se dio a conocer el de Fotografía, para la canaria Carmela García. Atentos a la explicación del fallo: se reconoce una trayectoria que «transforma y cuestiona los imaginarios sociales, visibilizando realidades que han permanecido en los márgenes desde una perspectiva de género y queer». Está claro, ¿no? «Perspectiva de género y queer». Pero lo mejor había llegado unos días antes, cuando se supo que el galardón de Literatura infantil y juvenil había ido a parar a la escritora Leire Bilbao Barruetabeña por su obra 'Klera'. Lo bueno del caso (es un decir) es que está escrita en euskera y no se ha traducido a otro idioma. Por aquí no hay irregularidad alguna puesto que los premios no son sólo a literatura en castellano sino en cualquiera de las lenguas oficiales en España. Pero resulta que de los quince integrantes del jurado, sólo tres hablan y leen el euskera, no así los doce restantes, según comentó en las redes sociales el periodista y escritor Sergio del Molino, el padre de la aclamada 'La España vacía', y que no es precisamente simpatizante de Vox ni nada por el estilo. ¿Entonces? Entonces, la única explicación posible es que hemos (han) perdido la vergüenza y que no se paran ni en el pequeño detalle de respetar las formas y la apariencia de legalidad. ¿Cómo va una persona que no entiende el euskera a apreciar una obra que sólo está en este idioma y no ha sido traducida? No puede, es imposible. De lo que se deduce que este premio, como otros, se concede por motivos ajenos a los valores estrictamente culturales. Atendiendo a motivaciones políticas, ideológicas, partidistas. A Sumar, a Urtasun, le conviene tener contentos a los socios nacionalistas y separatistas vascos. Y una forma de hacerlo es regalando un premio (dotado, por cierto, con 30.000 euros, que no hay que olvidar que con tus impuestos «lo que das, vuelve»... vuelve a ellos, a sus bolsillos, a los suyos y a los de Ábalos-Koldo-Cerdán, las sobrinas de Ábalos, el hermano de Sánchez, Begoña...). La izquierda en esto, como en otras cosas, no tiene vergüenza. A lomos de su pretendida superioridad moral, hace de la cultura una herramienta de propaganda. Bien pagada, eso sí. La derecha, por contra, es timorata, no cuida su espacio, no hace piña, es mucho más abierta y tolerante, menos sectaria. ¿Más estúpida? No, seguramente haría lo correcto si no fuera porque la otra parte, su rival político, juega con las cartas marcadas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad