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EFE

Ineficaz Estado autonómico

Al no dejar cerrado el reparto competencial, la Constitución condenó al modelo territorial a una indefinición que lastra sus posibilidades de actuación

Pablo Salazar

Valencia

Sábado, 6 de septiembre 2025, 00:02

El Estado autonómico fue la solución de consenso entre la derecha, la izquierda y los nacionalistas catalanes y vascos (aunque el PNV se abstuvo a ... la hora de votar el texto de la Constitución en las Cortes) para articular territorialmente la España que comenzaba a construirse tras el final de la dictadura. A los separatistas (ERC, Herri Batasuna...) les pareció que se quedaba corto mientras algunos sectores conservadores lo veían como un exceso, una especie de concesión para calmar los ánimos soberanistas, que entonces se canalizaban mediante los coches bomba y los tiros en la nuca perpetrados por los asesinos etarras. El modelo escogido ¿fue un acierto o un error? Fue el resultado de las circunstancias históricas y de la necesidad de un gran pacto que sumara al mayor número posible de fuerzas políticos y de sensibilidades locales. En lo que no anduvieron acertados los legisladores fue en dejar abierto dicho modelo, en no cerrar un reparto competencial que evitara roces y litigios entre la Administración central y la naciente autonómica. Un fallo que dio paso a décadas de reclamaciones y exigencias por parte de los gobiernos regionales. Atendidas tanto por los ejecutivos del PSOE (Felipe González, Zapatero y Pedro Sánchez) como por los del PP (Aznar y Rajoy) para garantizarse de ese modo el respaldo de las formaciones nacionalistas que en aquellos años se vestían de más o menos moderadas (el PNV y la Convergéncia i Unió liderada por Jordi Pujol) pero que hoy, en mayor o menor medida, se han echado al monte. Desde entonces, las comunidades autónomas no han parado de crecer, sumando funciones, funcionarios, presupuesto... y deuda. Y dotándose, en muchos casos, de una estructura más propia de un Estado independiente que de una entidad subordinada. Así, tienen transferida la competencia sobre las emergencias pero no disponen de medios para combatir las catástrofes de gran magnitud (dana o incendios) cuando se producen. Eso sí, en ninguna falta la televisión autonómica, el defensor del pueblo autonómico, las oficinas autonómicas en el exterior, el consejo jurídico consultivo autonómico, el instituto cartográfico autonómico... El Estado, a través del Gobierno central, debería haber conservado competencias -como la de las emergencias, ya que es quien dispone de la UME- y funciones de control -sobre todo en materia de educación- para evitar espectáculos de descoordinación como los sufridos en el último año. Pero el partidismo se impuso al sentido de Estado. A costa de convertir en ineficaz el modelo.

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