Diana la 'rebentaplenaris'
Que el PSPV, que durante años sufrió las iras de la calle en la procesión cívica, anime ahora la revuelta popular escenifica la peligrosa radicalización del socialismo
También tiene su gracia (modo ironía) que sea la izquierda valenciana quien esté recurriendo a métodos de exaltación del ambiente callejero de cara a la ... procesión cívica del 9 d'Octubre. Con lo que podría contar uno de los suyos, el ex alcalde Ricard Pérez Casado, de esa supuesta jornada de fiesta en los años de la llamada 'Batalla de Valencia', cuando los símbolos, las señas de identidad (denominación del territorio autonómico, bandera y lengua) estaban en discusión. Porque, recordemos, esa izquierda había salido a la calle reclamando «llibertat, amnistía i estatut d'autonomía» portando la cuatribarrada, la enseña de la Corona de Aragón, adoptada tanto por la comunidad autónoma catalana como por la aragonesa. En la reacción popular contra lo que se interpretó como intento de catalanización del antiguo Reino de Valencia despuntaron algunos personajes. Unos por su brillantez intelectual y su capacidad de liderazgo, como el profesor Broseta (algún día habrá que investigar a fondo la red valenciana que ayudó a los terroristas de ETA a cometer el asesinato, igual nos depara sorpresas...). Y otros por su radicalismo y activismo, como la que se conoció como Paquita la 'rebentaplenaris'. Una mujer mayor que, al parecer, había nacido en Aragón, y que sistemáticamente biocoteaba coloquios, conferencias, presentaciones de libros y hasta sesiones del pleno del Ayuntamiento de Valencia en los que se debatiera sobre los símbolos valencianos. Ahora, casi medio siglo después, la función de hacer saltar por los aires cualquier mínimo atisbo de convivencia lo ejerce no una Paquita cualquiera sino la mismísima Diana Morant, ministra de Ciencia y Universidades y secretaria general del PSPV. Que en lugar de llamar al orden a su secretario de Organización por los excesos cometidos, subió la apuesta y llamó «provocador» al presidente de la Generalitat por su declarada intención de participar en la procesión cívica. Si hubiera dicho lo contrario, que no acudiría, la reacción habría sido de acusarlo de cobardía. Y si va, de provocar. Todo, menos respetar el Día de la Comunitat Valenciana, aparcar por unas horas las diferencias, poner en modo pausa la reclamación de que dimita por su gestión de la dana y representar el papel institucional que le corresponde. Es evidente que el PSOE sanchista se ha podemizado y ya no se esconde a la hora de copiar los métodos de agitación callejera propios de la extrema izquierda. Pero de ahí a ver a toda una ministra del Gobierno de España actuar como aquella Paquita la 'rebentaplenaris' hay una distancia que no deberían recorrer.
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