Como es costumbre cuando el calendario festivo valenciano marca la próximidad de una festividad, la gastronomía y, sobre todo, la dulcería se anticipa y anuncia ... el producto que va ligado con la tradición del festejo. Recordemos, como ejemplos, los turrones presentados casi un mes antes de Navidad, el roscón de reyes y en el caso que nos ocupa la mocadorá que ya se muestra en supermercados y fundamentalmente en pastelerías y hornos anunciando la próxima celebración del 9 d'Octubre, Día de la Comunitat Valenciana.
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La mocadorà responde a un sentido de gentileza hacia la amada. Los hombres regalan el 9 de Octubre dulces de mazapán envueltos en pañuelos a sus novias y esposas. La festividad también se conoce por Sant Donís, nombre con el que es más conocido en Valencia este santo, obispo de Atenas durante el primer siglo de la era cristiana, y que en el reino de Valencia se conocía como el festejo de los enamorados o el de la mocadorà.
La mocadorá no es más que un pañuelo atado por sus extremos conteniendo en su interior frutas de mazapán y los típicos piuleta y tronador. Estos dulces recibieron estos nombres gracias al ingenio de los sucrers valencianos, dado que en la época de Felipe V, al abolir los Fueros, no se celebraba la conmemoración del 9 d'Octubre. Los confiteros imitaron en mazapán los artilugios de pólvora como recuerdo, según antiguos escritos gremiales.
Pero no sólo se imitaron estos dulces, sino que, en recuerdo del consumo que sus antepasados hacían de los frutos del campo, los reprodujeron, también en pasta de almendra y azucar. Los escaparates de las pastelerías ya están engalanados, desde hace días, con caprichosos diseños de dulces en los que no faltan los protagonistas: les piuletes i els tronador. En los obradores se ha trabajado a tope para satisfacer la demanda de dulces que hacen las delicias, sobre todo, de los golosos.
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