La Valencia del Santo Grial

Ayer conocimos cómo será el centro del Santo Grial, en la Casa del Relojero. Esa finca que tardó lustros en reconstruirse y estuvo mucho tiempo ... a la espera de darle sentido. La propuesta es interesante. Lo es porque, como remarcó el arzobispo Enrique Benavent, pone en valor uno de los tesoros de la ciudad. Aunque pocos lo aprecien como tal. Cualquier otra capital haría décadas que estaría presumiendo y visualizando al mundo el Santo Cáliz. Lo importante del proyecto, en cualquier caso, es que tiene ese sello valenciano que necesitamos. Ese que nos refuerza como una urbe única. María José Catalá dice que apuesta por una ciudad con identidad propia, que no sea franquicia de otras. Este museo es, como ella reseñó, ejemplo de ello. Pero esto debe ir a más. Primero, debe dejar de ser virtual. Y segundo, al margen de lo cultural, la ciudad debe tener identidad propia también como tierra que abraza a los desamparados. Una tierra vibrante, solidaria y emprendedora. Todo lo que representa el Santo Cáliz. De un sorbo y sin azucarillo.