Mañana es el Día del Turismo. Ayer, Catalá tachó de hipócrita a quien se posiciona en contra de él y abogó, con buen criterio, por ... reconducirlo hacia parámetros de calidad. Buenas intenciones que chocan con la realidad. Porque las demonizadas visitas low cost se han extendido en el último lustro sin control. Lo sabemos por las huellas que dejan en jardines, playas, escaleras de edificios protegidos... Por la basura desbordada, los ruidos nocturnos, los problemas vecinales, la desaparición del comercio tradicional... Es indiscutible la enorme riqueza que aporta en todo los sentidos al Cap i Casal y que hay que seguir potenciando Valencia como destino; pero también es un clamor que hay mucho que regular para lograr que el frenesí turístico sea sostenible y se desarrolle dentro de los mínimos de urbanidad que requiere la ciudad. La portavoz de Compromís, Papi Robles, cree que Catalá acabará pidiendo la tasa turística. No lo sé. Lo que es evidente es que hay que reabrir el debate. No es lo mismo Valencia que Benidorm. De un sorbo y sin azucarillo.
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