Las chapuzas del sistema de medición (SAIH); la reconstrucción de los pueblos afectados, que está lejos de ser idílica por burocracias, falta de unidad de ... acción e incompetencias; los centros educativos que acogen a los alumnos que vivieron de lleno la tragedia, que reabren a medio gas; las viviendas afectadas por la dana, que siguen colapsando diez meses después; la falta de limpieza de los barrancos, que desata la protesta de alcaldes; Mazón que escribe, de nuevo, a Sánchez para pedir coordinación y no recibe respuesta... La contundente realidad nos demuestra la enorme fragilidad con que afronta la provincia de Valencia episodios de fuertes lluvias. Y, lo que es peor, demuestra la incapacidad de unos y otros por consensuar, activar y ejecutar políticas que permitan generar una red de infraestructuras que nos haga más resilentes ante las crisis climáticas. Como pasó con el Plan Sur. La dana requería política de altura por parte de todos. No la hubo. Si en esto fallan, ¿qué podemos esperar de ellos? De un sorbo y sin azucarillo.
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