Santiago Abascal, que tiene en su mano el gobierno de la Generalitat, preguntó ayer a Núñez Feijóo si «su candidato (en alusión a Pérez Llorca) ... podrá comprometerse a las obras que necesita Valencia» para evitar nuevas catástrofes como la dana. «Presas y diques para que no mueran españoles», enfatizó. «¿Cree que al menos eso lo podremos pactar?». Parece claro que no necesita la confirmación. Que la respuesta es sí. No sé si esas obras deben ser en la Comunitat o en otras zonas del país, pero debería tener un respaldo generalizado. Porque, si técnicos y expertos apuestan por estas infraestructuras para evitar dramas como el vivido, claro que hay que hacerlo. En especial, porque ese cambio climático que algunos negacionistas quieren ignorar, da señales de que traerá en el futuro más lluvias virulentas. Ya se está tardando en activar todas las obras antirriadas. Esas que deberían haber hecho hace muchos años para evitar la tragedia que aún centrifuga la vida de los valencianos. De un sorbo y sin azucarillo.
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