Catorce de octubre. Una fecha inolvidable, una fecha clave en la historia reciente de la ciudad. En el año 1957, la gran riada se produjo ... ese día, el 14 de octubre. Y desde las ventanas de la calle del Turia vimos pasar un río violento, de color chocolate. En la calle había tres coches. ¿O eran solo dos? Desde aquel 14 de octubre, no han dejado de pasar, de manera continua, cosas relacionadas con el rio: las últimas, el desbordamiento del barranco de la Saleta y el colapso del alcantarillado del barrio de La Torre. Hay que seguir en la brecha, Murs i Valls: nunca hay que irse a dormir sin mirar al rio.
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Anuncios por palabras. El presidente y AEMET, la autonomía y el Estado, pugnan en dura controversia sobre cómo y cuándo hay que instalar o levantar una alerta. Porque la lluvia más fuerte llega cuando la alarma máxima ha sido desactivada. Y es así como nos enteramos -o no, porque todo es brumoso e incierto-- que las alertas determinan lo que puede pasar, lo que podría ocurrir, en función de lo que ya ha pasado.
La experiencia es madre de la ciencia. No hay adivinación. No hay bastantes algoritmos predictivos seguros. No hay computador que sea capaz de advertir lo de Carcaixent y los meteorólogos televisivos, los que dan la cara, dejan que se sepa, de vez en cuando, que trabajan bajo más estrés que los astronautas, navegando sobre seis distintos modelos de predicción. La física, vestida de matemáticas, en búsqueda del empeño imposible de doblegar a la Naturaleza. Diez días antes de la riada, la Unión Soviética de Nikita Jrushchov lanzó al espacio el Sputnik I, el primer satélite artificial: 83 kilos de acero con antenas, que emitía una señal. ¡Felices tiempos los de Mariano Medina y su tiza!
Anuncios por palabras. Esta tarde, en el Museo de Historia de Valencia, el concejal de Cultura, José Luis Moreno, y Josep Vicent Boira, director, inauguran el XI Curso de Historia de la Ciudad, obviamente dedicado este año a las catástrofes naturales. 'Hasta aquí llegó la riada': la pelea de siglos de una ciudad contra los elementos, contra el rio amigo/enemigo que le da carácter, sentido y vida desde hace veinte siglos. El programa, extenso y plural, persigue abarcar todos los ámbitos de los desastres naturales, no solo fluviales, que han festoneado nuestra historia. Pero, en un gesto pacificador, no aborda ni los fallos de la política en la diligente corrección de las infraestructuras necesarias, ni el habitual guerracivilismo que suele instalarse en el ámbito público tras las inundaciones.
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Anuncios por palabras. Se busca al sastre que vistió el 9 de Octubre al portavoz municipal del PSPV-PSOE, Borja Sanjuán. Se recompensará generosamente.
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