DAMIÁN TORRES

Hablaremos del Gobierno (IV)

Cuando los corruptos no hacen más que engañarte, a lo mejor la culpa no es de tanto personaje de dudoso pelaje sino de uno mismo

Burguera

Valencia

Domingo, 30 de noviembre 2025, 23:10

AFelipe González le vamos a acusar de estar rodeado de corruptos y no darse cuenta de nada, como a Aznar, como a Camps, y ... ahora mismo no sé qué les diferencia de Sánchez». Esta ignorancia sobre cuál es lo que distingue a otros líderes políticos del actual presidente del Gobierno se la puede hacer cualquiera que no haya colapsado de sectarismo. Si no le encuentra sentido a la frase entrecomillada, es probable que usted mismo vaya cargadito de esa dosis de fanatismo que impide ver la mugre de los tuyos pero no te permite tolerar una mota de polvo en el traje de los ajenos.

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Da, por tanto, qué pensar si una persona lanza una exclamación de triunfo al escuchar cómo Pradas deja en mal lugar a Mazón, y se otorga crédito y se da la razón a la exconsellera de Emergencias, y sin embargo, esa misma persona se enfurruña y elucubra con trastornos de personalidad y espíritus malignos cuando lee los dardos que Ábalos lanza a Pedro Sánchez y su entorno, y no le otorga crédito y rechaza que el exministro tenga razón. Son dos pajaritos piando. Seguramente ninguno de los dos canten toda la verdad, pero con la misma certeza están contando cosas que merecen ser tenidas en cuenta.

Sánchez puede enfadarse mucho, impostar la voz y ponerse como quiera, pero la situación del presidente del Gobierno es insostenible. Debería dimitir, obviamente. No solo por su fallida elección de personas que tuvieron mucho poder en su partido y, al menos uno de ellos, en el Gobierno. Sino por el modo en que, al menos en el caso de Ábalos, ha evitado dar las explicaciones pertinentes. ¿Qué es eso de fulminar a un tipo en julio de 2021, cuando era top ministerial y orgánico, sin rendir cuentas a nadie y luego recolocárselo a los valencianos y al resto de españoles en 2023 a través de unas listas electorales sobre las que, además, tienes el cuajo de lavarte las manos y decir que las elaboró el PSPV? ¿Quiere hacernos creer el presidente que impuso a Morant para liderar el partido pero no impuso a Ábalos en las listas? Tal y como se desarrollan los acontecimientos, Sánchez debe una explicación, disculpas y, de ser cierto lo que ahora dice Ábalos, lo mismo va a deber alguna cosa más.

Curiosa distinción entre la reacción de María Jesús Montero y la de Diana Morant frente a lo que ha comentado Ábalos a través de entrevistas y mensajes preparados por si entraba en la cárcel. «Este Gobierno no se dejará chantajear ni por mentiras o bulos. El señor Ábalos lo sabe perfectamente», dijo Montero. «Si le queda algo de decencia política, lo que tiene que hacer es renunciar a ese acta», señaló Morant, que le negró cualquier tipo de credibilidad. Es obvio que la ministra valenciana respira por la herida de la proximidad. Y me refiero tanto a su cercanía y agradecimiento a Sánchez como su vecindad en las listas de 2023, en las que ella ocupaba el número 1 y el ahora indecente e increíble Ábalos ocupaba el número 2.

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La ministra ya va bien con lo suyo. Porque suyo es y de nadie más todo el estropicio del CNIO. Morant lleva desde 2021 al frente del Ministerio de Ciencias, del que cuelga el CNIO. En aquellos tiempos, ella gestionaba un presupuesto inferior a las consellerias de Educación y Sanidad. Ahora habla de lo que allí ocurre como si hablase de un primo tercero que se fue a hacer las américas. Al margen de ser la ministra del ramo, es presidenta honorífica del patronato del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. La gestión del organismo está siendo investigada por la Fiscalía Anticorrupción.

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