Menos es más

Domingo, 11 de mayo 2025, 00:08

El contenido precede al diseño (y a los formatos periodísticos, añadiría), diseñar en ausencia de contenido, no es diseño, es decoración». Esta frase, defendida por ... el diseñador y escritor estadounidense Jeffrey Zeldman hace casi veinte años, debería ser bandera de los que ejercemos este oficio acuñado como «periodismo visual». Los medios de comunicación se enfrentan a una gran revolución social y tecnológica donde los tiempos, hábitos y costumbres de la audiencia han cambiado de forma drástica. Estamos conectados sin descanso a través de nuestros dispositivos, lo que supone una indudable oportunidad para la prensa, pero también una batalla incesante por ser verdad y refugio entre tanto ruido. Es en este contexto, donde las herramientas nos brindan la oportunidad de adaptar el contenido a su perfecto continente a través de distintos lenguajes para ofrecer a nuestros lectores el mejor periodismo. Ya sea a través de una newsletter, un podcast, un vídeo, un directo o una noticia de última hora con sus necesarias actualizaciones. La inteligencia artificial, además, nos permite agilizar procesos repetitivos y centrarnos en lo realmente importante: la obtención de información.

Publicidad

Durante los últimos años lo que hemos denominado en los periódicos digitales como «historia visual» no es más que el modo y el arte de contar una historia. Un formato basado en la misma materia prima, pero con una presentación elaborada, cuidada, estructurada y con múltiples modos de expresión que requiere del destinatario una lectura más pausada para la que no siempre tiene tiempo, pero que, a tenor de los datos, es apreciada por aquellos que nos leen. Nos distingue de la competencia, nos deja escapar de la frenética inmediatez a la que nos somete el día a día y permite a los diseñadores e infografistas probar y trabajar, también, temáticas alejadas del hoy y ahora para llegar a nuevos públicos. Sin embargo, a menudo nos movemos en esa delgada línea entre el diseño que aporta y los fuegos artificiales innecesarios, por el mero gusto de quien los realiza y no de quien los recibe. No olvidemos que menos es más.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad