A medida que conocemos mejor el funcionamiento de la Inteligencia artificial (IA) en sus complejas versiones, parece que perdemos facultades para comprender el desarrollo aún ... pendiente de la inteligencia natural (IN). A pesar de ser la responsable del ministerio de Ciencia, Universidades e Investigación, Diana Morant ha dado muestras de un ancestral modo de entender la IN vinculado con la venganza, el resentimiento y un cainita modo de entender la actividad política. Ha admitido públicamente que nunca le cogió el teléfono al Vicepresidente Gan Pampols porque no quería participar en sus 'estrategias de maquillaje', como si la ayuda que necesitábamos y seguimos necesitando en Valencia exigiese este tipo inteligencia. Por cierto, la misma que los grupos de oposición en las Cortes valencianas cuando subieron el tono de sus críticas a Mazón, afilaron los dientes y parecían perros de presa pendientes de carnaza fresca.
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Frente a esta IN ancestral y cainita que ni siquiera es de corte maquiavélico o hobbesiano, Nicolás y Thomas eran gente con cierta educación cívica, hay otro tipo de IN esperanzadora para la ciudadanía que está emergiendo entre numerosos voluntarios y profesionales dispersos en la sociedad civil. No me refiero solo al impulso natural que movilizó, y sigue movilizando, a miles de voluntarios para la reconstrucción, sino a la determinación cognitiva, intelectual y moral con la que numerosos científicos, investigadores y profesionales que trabajan diariamente para prevenir estas catástrofes y promover estrategias de aprendizaje colaborativo.
En el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) se pueden rastrear algunas iniciativas que apuntan a este modo colaborativo y prospectivo de entender la inteligencia. Además de cuantificar los recursos necesarios para la urgente reconstrucción, vienen desarrollando iniciativas, como la que promueven para evaluar la crisis del Covid-19. En este terreno, al recoger las exigencias preventivas que un grupo de investigadores publicaron el mismo año 2020, primero en la revista 'Lancet' (6 de agosto) y luego en otros medios (21 septiembre), son un lugar imprescindible para encontrar propuestas de inteligencia 'inter' y transdisciplinar con las que analizar y evaluar catástrofes que nos permitan prevenir los desastres naturales. Y todo ello a pesar del poco respaldo que han tenido de las administraciones públicas cuando piden una cultura de la responsabilidad y rendición de cuentas. Si ciertos responsables sociales y políticos contasen con esta versión, laboriosa y generosa, de la IN, a pocas horas de su despedida, el Vicepresidente Gan Pampols podría no tener razón cuando afirmó en estas páginas 'si mañana hay otra dana estamos peor preparados que lo que estábamos'
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