El Instituto Geográfico recibió más de 400 alertas

El Instituto Geográfico Nacional de España recibió más de 400 cuestionarios de vecinos de la zona alertando sobre los seismos. Esto permitió catalogar el primer terremoto que sufrió Calp la madrugada del jueves como intensidad IV ya que «los vecinos reportaron ver objetos oscilar y vibrar las ventanas. Además muchos se despertaron, pero no se comunicaron daños estructurales en los edificios», explicó Beatriz Gaite, sismóloga del IGN.

Esta escala se usa para «valorar los daños de un terremoto midiendo los efectos sobre las personas y estructuras», «a más daño material o personal, mayor es el número, llegando a un nivel XII que es el de devastación total».

Esta región de la Marina Alta es «una zona sísmicamente activa y existen fallas cartográficas en la zona», ya que, «la placa euroasiática se está juntado con la africana y esto genera tensiones que se pueden liberar repentinamente en forma de terremoto». De hecho «no descartamos que puedan haber más seismos después de estos seis».

Aun así, para encontrar un terremoto similar, hay que remontarse al año 1861, donde un seismo de intensidad V azotó la ciudad de Calp, produciendo daños en los edificios más vulnerables.

La sismóloga Beatriz Gaite destacó que este tipo de terremotos afectan más en zonas como la de la Marina porque «hay mayor densidad de población» y sus efectos pueden llegar a ser mayores.

Ante un terremoto así, el IGN recomienda que, «si se está dentro de casa, es mejor ponerse debajo de una mesa robusta o en el dintel de la puerta».