Levante FS: El sueño viaja hasta Barcelona

El Pabellón Municipal de Paterna estaba preparado para a la gesta. Para acoger el primer título de un equipo valenciano en la Liga de fútbol sala. El Levante FS tenía anoche una oportunidad histórica, ya que afrontaba el segundo partido de la final del play-off con la posibilidad de sentenciar la serie después del triunfo obtenido en la pista del Barça. Los de Diego Ríos aguantaron durante gran parte del encuentro, aunque no supieron aprovechar su momento. Dyego sí golpeó y el duelo enloqueció en los últimos minutos con la entrada del portero-jugador. Pudo pasar de todo. El cuadro catalán se llevó la victoria y todo se decidirá en Barcelona. El sueño continúa vivo.

Casi mil espectadores hicieron del pabellón de Paterna una caldera. Una olla a presión que dio el calor necesario para que el Levante FS no acusara los nervios. Los granotas disputaban la primera final de su historia, pero no les temblaban las piernas. Estaban ante una oportunidad única.

Los de Diego Ríos arrancaron con la iniciativa que les caracteriza. Así, una volea de Rubi Lemos y un latigazo de Rafa Usín pusieron a prueba a Dídac Plana. El ritmo era alto, aunque ambos equipos se mostraban bien posicionados. No resultaba fácil descubrir fisuras. Tardó el Barça en disfrutar de su primera ocasión. Llegó por medio de Esquerdinha, quien estrelló el cuero en el palo.

El encuentro estaba equilibrado, con dos conjuntos atrevidos pero sin excesos. Y, con paciencia, Pedro Toro tuvo el gol en sus botas después de una jugada de tiralíneas protagonizada por Rafa Usin y Maxi Rescia.

Entonces el cuadro levantinista entró en una fase peligrosa, con demasiados desajustes defensivos. El Barça halló agujeros y comenzó a hacer daño al contragolpe, sobre todo a través de un Ferrao que baila cada vez que controla el balón. Así, en apenas unos minutos, el pívot brasileño dispuso de tres clarísimas ocasiones. Sin embargo, se topó con un seguro de vida como Fede.

Ferrao seguía a lo suyo. Estaba lanzado y se presentaba como una amenaza constante. Pero el Levante derrocha compromiso. Un lanzamiento del brasileño fue interceptado por un providencial Esteban Cejudo. El ala granota, segundo máximo artillero de Primera División, celebró su bloqueo como si de un gol se hubiese tratado. La comunión del equipo con la grada era clave.

El Levante, algo impreciso, había pasado a sentirse incómodo sobre la pista. El Barça iba desequilibrando la balanza a su favor y obtuvo el premio en el minuto 15. Los de Andreu Plaza aprovecharon un fallo de marcaje en un saque de esquina para adelantarse en el marcador. La potente volea de Dyego entró por la escuadra. Un jarro de agua fría.

El Levante FS se marchó al descanso con ciertas dudas por los descuidos defensivos, pero inició el segundo acto con una fe plena. Así, a los tres minutos de la reanudación, Esteban controló el balón de espaldas y lo aguantó a la perfección para esperar la llegada de Gallo, quien fusiló y puso las tablas.

El choque subió de temperatura y se rompió. Los espacios se abrían. Surgían las alternativas. Los porteros sostenían a sus respectivos equipos a base paradas extraordinarias. Pero todo se torció a la raíz de una pérdida en la salida de balón que aprovechó Dyego para devolver la ventaja en el marcador al cuadro catalán.

Faltaban sólo cinco minutos para el final y Diego Ríos apostó por el portero-jugador con Roger. Una estrategia que, en esta ocasión, no surtió efecto. El partido enloqueció. Coelho y Marcenio pusieron el 1-4 en dos recuperación. Rivillos y Rafa Usín recortaron distancias (3-4) y el Levante llegó a los últimos 30 segundos con esperanza. No pudo ser. Pero todavía queda una opción.

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