Apple se suma a la escenografía del 'Made in America' invirtiendo 100.000 millones en EE UU
El gigante tecnológico, que ya tenía previsto desde febrero desembolsar gran parte de esos fondos en varios años, teme las consecuencias de la guerra arancelaria en la que no ceja Trump
Cuando Barack Obama le preguntó en 2011 a Steve Jobs qué tenía que pasar para que Apple fabricase sus iPhone en EEUU, el consejero de ... Apple fue despiadado. «Eso empleos no van a volver», atajó. Ahora, con Donald Trump en el poder, la respuesta de Tim Cook ha sido muy distinta. El presidente anunció este miércoles desde la Casa Blanca que el gigante tecnológico comprometerá otros 100.000 millones de dólares (unos 85.800 millones de euros) más a sus operaciones en Estados Unidos, que supuestamente generarán 20.000 nuevos empleos.
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«Durante años los estadounidenses han visto a nuestros principales gigantes tecnológicos construir sus fábricas a ultramar, pero bajo el gobierno de Trump estamos haciendo todo lo posible para hacer que este país sea el mejor sobre la faz de la tierra para construir una fábrica o crecer un negocio», celebró Trump. Cooks aportó a la coreografía un obsequió de cristal con el logo de Apple «hecho en Kentucky por un exmarine que ahora trabaja para Apple» sobre una base de oro de 24 kilates fabricada en Utah, como regalo al «gran promotor de la innovación estadounidense».
Detrás del bombo oficial, gran parte de esos fondos son una reempaquetación de inversiones ya anunciadas en febrero, cuando Apple prometió destinar 500.000 millones en cuatro años al mercado estadounidense. Y aunque esta nueva suma suena colosal, sigue siendo pequeña comparada con lo que la empresa está gastando en reforzar sus cadenas de suministro en China, India y otros países del sudeste asiático.
«Parece que hemos entrado en un modelo de 'pagar para jugar', donde las empresas compran exenciones arancelarias comprometiéndose a invertir en EE.UU., aunque esas inversiones no signifiquen realmente relocalizar la fabricación», advirtió al diario económico Wall Street Journal Craig Moffett, analista de Moffett Nathanson. Según él, no está claro a dónde irá el dinero, ni si creará los empleos prometidos, pero desde luego no se trata de un compromiso para ensamblar iPhones en EEUU.
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Trump ha aumentado la presión al anunciar este miércoles un arancel adicional del 25% a las exportaciones procedentes de India, como represalia por la compra de petróleo ruso, lo que eleva al 50% la carga arancelaria total sobre ese país. Para Apple, que recientemente trasladó parte del ensamblaje de sus iPhone a suelo indio para reducir su dependencia de China, supone un nuevo golpe, porque ya está pagando un 20% por importar desde territorio chino.
Tasas del 100% a los chips
Cook ha advertido que los costes arancelarios de la empresa rondarán los 1.100 millones de dólares en el tercer trimestre del año, frente a los 800 millones del trimestre anterior. El Gobierno prepara, además, una nueva ronda de aranceles sobre productos tecnológicos por amenazas a la seguridad nacional de la que, por el momento, los 'smartphones' han quedado temporalmente exentos. En este sentido, el propio Trump anunció a última hora de la jornada que esas tasas serán «aproximadamente» del 100% para la importación de chips y semiconductores desde cualquier otro país.
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Para reforzar su compromiso con la fabricación nacional, Apple planea ensamblar más servidores de inteligencia artificial (IA) en una planta de Houston junto a sus socios. También empezará a comprar chips de menor valor a la nueva fábrica de TSMC en Arizona, otra inversión estratégica con aroma político. Las acciones de Apple subían ayer cerca de un 6%, en señal de que Wall Street aprueba sus movimientos tácticos.
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