Aldaia prueba las nuevas compuertas contra los desbordamientos de la Saleta

El Ayuntamiento de Aldaia ha iniciado ya las pruebas de las nuevas compuertas antirriadas que servirán para proteger a los vecinos en hasta nueve calles que recaen al barranco de la Saleta. Operarios de la empresa se dedicaron este miércoles desde primera hora de la mañana a colocar los pivotes, probar las planchas metálicas y guardarlas después en grandes cajones.

La confluencia de las calles Valencia e Iglesia fue el escenario de una de estas pruebas. La ubicación de las compuertas será la misma que antes de la dana, dado que este sistema ha servido tradicionalmente a la población para contener las avenidas de agua.

Así, las nuevas compuertas estarán situadas en las calles San Francisco, Iglesia, Alaquàs, Huntington, Teodoro Llorente, Manuel Broseta, Miquel Grau y Joan Fuster, además de otra instalación en el túnel junto a la estación de Cercanías del municipio.

El barranco de la Saleta tiene un tramo que atraviesa el casco urbano y discurre en su última parte paralelo a las vías del ferrocarril, hasta que acaba cortado por un paso inferior. Después, sigue unos metros y finaliza a la altura de la calle Teodoro Llorente. La idea, indicaron fuentes muicipales, es excavar el tramo que está prácticamente a ras de suelo para ganar profundidad y mayor capacidad de agua, además de prolongarlo hasta que se encuentre con la conexión del mismo barranco aguas arriba y que desembocará en el nuevo cauce.

Todavía no se ha encargado ninguna de estas obras, por lo que cuesta visualizarlas incluso en el mapa. La conexión de la Saleta con el Plan Sur se iniciará en subterráneo a la altura de la calle Ronda Norte, para después seguir por el entorno de la avenida Joan Fuster. A partir de esa zona, quedará a cielo abierto como un corredor verde, que pasará junto al casco urbano de Xirivella hasta el nuevo cauce.

A ese corredor se le quiere incorporar otra conexión, que llevará el agua del tramo urbano de la Saleta, con el fin de reducir la presión de las avenidas de agua. La primera fase de esta iniciativa pasa por la instalación de las compuertas antirriadas y el conjunto, al menos de momento, se financiará con fondos municipales, a la espera de que puedan utilizarse ayudas del Gobierno.

Ese es el bosquejo de lo que pretende Aldaia para evitar nuevas inundaciones de una población que sufrió en la dana víctimas mortales y cuantiosos daños en bajos y vehículos, así como equipamientos públicos.

Aldaia ha utilizado siempre el sistema de compuertas en los aledaños de la Saleta, aunque la dana del pasado 29 de octubre se llevó por delante buena parte de este material. Ante esta circunstancia, el Ayuntamiento encargó nuevas para que sirvan de barreras más efectivas. Las actuales tendrán hasta 1,50 metros de altura, más que antes.

La plataforma de afectados por la dana en Aldaia había pedido aumentar la altura de los muros que rodean la Saleta, aunque fuentes de la entidad indicaron que la Confederación del Júcar rechazó esa opción, para apostar por la conexión del tramo urbano con el futuro corredor verde. Esta obra está todavía en los primeros trámites, aunque desde el Ministerio de Transición Ecológica anunciaron que a principios de 2026 se prevé el concurso para su ejecución. Será, en caso de que se cumplan los plazos, la primera gran infraestructura para mejorar la seguridad de un barranco tras las inundaciones del 29 de octubre.

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