La caja negra eléctrica

Una caja que registra los puntos clave que dan lugar a saber y entender las causas del apagón que nos dejó a todos a dos velas. Así que busco y la luz ilumina mi cerebro. «El Gobierno forzó a Iberdrola, Endesa y Naturgy a desvelar millones de datos. Ahora, las eléctricas exigen que Redeia comparta los suyos para depurar responsabilidades, caiga quien caiga». (Expansión)

¿Por qué se resiste Redeia? ¿Un misterio eléctrico que cortocircuita algo?

No recuerdo época alguna donde se produjeran tantos y tan variados asuntos en torno al Gobierno; ni siquiera con Alfonso Guerra que daba mucho que hablar. Acertó cuando dijo que «no íbamos a conocer España ni la madre que la parió». Un profeta.

La caja negra citada dispone de sensores de alta precisión que recopilan y procesan grandes volúmenes de datos. Los expertos sabrán.

Los consumidores pagan recibos y compran velas, linternas y algunos equipos electrógenos. Es otro kit de supervivencia lumínica.

Intuyo que ahí está la madre del cordero y aunque el simple mortal no entienda nada, como le pasa a este columnista, lo que si se sabe es que el sistema no es tan seguro como semanas atrás se decía, a bombo y platillo.

Yo comprendo a la Sra. Corredor. Cuando yo era pequeño escribía secretamente. Era mi caja negra particular, una especie de diario y sé que muchos lo hacían.

A lo mejor la resistencia en entregar es una baza política que se guarda alguien en la manga para ser usada como un laser contra no sé quién y de paso lanzarles una carga fiscal en la silla eléctrica de los impuestos a la vista de las cuentas de resultados.

Yo no creo que retrocedamos al gasógeno de la postguerra o a las trampas en los contadores. ¡Ajo y agua!