Urgente El precio de la luz de este domingo regala 3 horas gratis: el tramo más barato y más caro para poner los electrodomésticos
Abadesas de distintos conventos en un reciente encuentro con el cardenal Cañizares. :: JAVIER PEIRÓ

350 monjas y 20 cartujos dan vida a las clausuras valencianas

La Iglesia celebra una jornada para difundir la realidad de los conventos y de los religiosos contemplativos

PPLL

Lunes, 1 de junio 2015, 00:12

La mayor parte del tiempo la dedican a la oración, pero no dejan de lado el estudio. Tampoco olvidan el trabajo, porque tienen que ganar el pan con el sudor de su frente. Constituyen comunidades de vida apartadas del ruido del mundo, al otro lado de los muros conventuales tras los que un día decidieron consagrarse al silencio de la vida contemplativa. Son monjas y monjes de clausura, cartujos o ermitaños que en territorio valenciano se acerca a las 400 personas, en su mayor parte mujeres. Y para dar a conocer esa vocación, al tiempo que para rezar por todos ellos la Iglesia celebró ayer la jornada 'Pro Orantibus'.

Publicidad

El registro que facilita el arzobispado señala la presencia a lo largo y ancho del territorio de la archidiócesis de 350 monjas, una veintena de religiosos cartujos y un ermitaño canónico consagrado. A excepción de los cartujos, no hay presencia de comunidades contemplativas masculinas, algo que al parecer arrastra desde antiguo. Pero sí es amplia, al tiempo que diversa, la representación de religiosas. En los 26 monasterios que se encuentran en territorio valenciano visten los hábitos de las órdenes Carmelitas Descalzas, Salesas, Clarisas Franciscanas y Clarisas Capuchinas, Oblatas de Cristo Sacerdote, Dominicas de la Orden de Predicadores, Canónigas Lateranenses y Carmelitas de la Antigua Observancia.

El sacerdote José María Ciller, vicario episcopal para la Vida Consagrada señala que ya se sabe que no son numerosas las voluntades que se inclinan por profesar los votos que conducen al convento, nunca ha sido la alternativa más escogida por quienes a lo largo del tiempo han escogido la vida religiosa. Además, en la actualidad los vientos no soplan en esa dirección. Los resultados no ofrecen grandes variaciones, pero el arzobispado en 2009 situaba el total de monjas de clausura en torno a 400 y en 2013 la cifra era la misma que ahora. El vicario asegura que nos encontramos ante «un tipo de vida que no es muy común». Pero no por ello deja de existir «un goteo vocacional», que es el que permite hablar de las cifras que acompañan a la vida contemplativa en tierras valencianas.

Se desprende de sus palabras que no dejan de llamar para entrar, pero muy poco a poco. De hecho, en los últimos años se han visto distintos procesos de fusión de conventos. Recuerda Cilleren su conversación este fenómeno de reagrupación de comunidades religiosas para afrontar situaciones en las que el envejecimiento de las monjasaconsejó su traslado a otros monasterios queasí se han engrandecido. Además, ha habido nuevas incorporaciones a conventos que se quedaban vacíos «como el de San Juan de Ribera en l'Olleria donde ahora viven religiosas de una orden nacida en Argentina».

La escasez de vocaciones despertó estos movimientos de reagrupación entre los que se incluye como última fusión la del convento de la Trinidad, en Valencia. En 2014 el histórico monasterio se cerró y las monjas que lo habitaban se unieron a la comunidad de la Puridad. Antes, ya se había estrenado esta práctica. Las Agustinas Descalzas del Santo Sepulcro de Alcoy se trasladaron a la casa que la misma congregación tiene en Benigànim: Purísima Concepción y Beata Inés.

Publicidad

También los religiosos se vieron inmersos en estos procesos. A los cartujos de Porta Coeli se sumaron hermanos llegados de la cartuja Aula Dei de Zaragoza. Además, las carmelitas del monasterio del Corpus Christi cambiaron de casa. Las clausuras dominicas de Torrent y Paterna acogieron a religiosas de otros conventos y las Siervas de María que ocupaban casa en Mislata y Sagunto se unieron. Otro movimiento en la vida contemplativa son las compraventas. Tras todos estos movimientos, la radiografía de las clausuras es la que se extrae del mencionado registro que facilita el arzobispado.

La presencia de todos ellos llevó ayer a celebrar la jornada 'Pro Orantibus', que en esta ocasión, coincidiendo con el 500 aniversario de Santa Teresa de Jesús, se convocó bajo el lema «Sólo Dios basta», recordando el conocido verso de la santa de Ávila.

Publicidad

Dar a conocer la existencia de estas comunidades de vida y rezar por quienes las componen es el objetivo que la Conferencia Episcopal Española señala para esta jornada. Pero no sólo eso. «También hay colectas», apunta el vicario, para contribuir al sostenimiento de los conventos, si bien estos se sostienen del trabajo de sus integrantes. Unas, como la comunidad carmelita de Puçol, se dedican a la elaboración de formas para consagrar. Recientemente desde este convento trasladarona los sacerdotes de la diócesis su preocupación por la llegada de obleas de procedencia extranjera a precios con los que no pueden competir, hecho en el que las hermanas ven un riesgo para el mantenimiento del que es su trabajo.

Ciller cita también el convento carmelita de Serra como otro de los que se dedican a elaborar formas. Y habla de que en el monasterio de Godelleta se dedican a la cerámica. En Xàtiva «las dominicas ofrecen la peculiaridad de los bordados por ordenador. Esta es una especialidad suya. Otras comunidades hacen trabajos de encuadernación». Y así, a la oración suman el trabajo, y en buena medida también el estudio.

Publicidad

A las monjas y monjes de clausura, a los cartujos y a los ermitaños recordó ayer la Iglesia con la citada jornada, una convocatoria que se celebra cada año. Pero en esta ocasión la conmemoración adquiere un especial significado al tener lugar en el contexto del Año de la Vida Consagrada, cuyas celebraciones comenzaron elpasado diciembre y se extenderán hasta febrero de 2016, no sólo dedicadas a las comunidades de clausura, sino a todos los estilos de vida consagrada.

El Año de la Vida Consagrada se celebra ligado al 50 aniversario de la publicación del decreto conciliar 'Perfectae Caritatis', dedicado a la vida consagrada, y que se aprobó en el contexto del Concilio Vaticano II. La convocatoria responde a una invitación lanzada por el Papa.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad