Aumentar la participación en los cribados, vital para la detección precoz

El cáncer es una de las enfermedades a las que la sociedad en general más 'miedo o respeto' tiene, no obstante, el futuro es esperanzador en esta enfermedad. A pesar de que los expertos señalan, en muchas ocasiones, la falta de medios para investigación, lo cierto es que España es un país puntero en oncología. Los avances en los tratamientos, los sistemas de cribado que posibilitan una detección temprana de los tumores y el cambio a una medicina oncológica basado en los equipos multidisciplinares y tratamientos personalizados han aumentado considerablemente la supervivencia, incluso la curación, en muchos de los tipos de cáncer existentes.

Uno de estos es el cáncer colorrectal, que afecta a hombres y mujeres casi en la misma proporción y es el más frecuente en España, contando ambos sexos. De hecho, está previsto que en nuestro país se diagnostiquen 42.000 nuevos casos en 2023, según cifras de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y es la segunda causa de muerte por detrás del cáncer de pulmón. En la mayoría de los casos, la incidencia aumenta a partir de los 50 años y alcanza su pico en la década de los 80.

Para hablar de la situación actual en la investigación, los tratamientos y los avances en esta enfermedad, que hoy 31 de marzo celebra su efeméride con el Día Mundial del Cáncer de colon, se reunieron en La Rotativa de LAS PROVINCIAS el doctor Marcos Melián, médico Adjunto del servicio de Oncología Médica del Instituto Valenciano de Oncología (IVO); el doctor Blas Flor Lorente, jefe de la Unidad de Coloproctología del Hospital La Fe; Susana Castán, jefa de servicio de Promoción y Prevención en el Entorno Sanitario de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública; y Ana Molina Barceló, investigadora de cáncer y salud pública en Fisabio.

«El cáncer de colon, siendo el más frecuente, posiblemente es el que más curamos. Lo cierto es que al ser el que más incidencia tiene, es el que más se investiga y mejores tratamientos tiene. Hoy por hoy, en el tratamiento, la cirugía sigue siendo el tratamiento más indicado, apoyado con más terapias. No obstante, actualmente se investiga en opciones de manejo no quirúrgicos para el tratamiento del cáncer de recto y así evitar las potenciales secuelas y consecuencias de la cirugía», señaló el doctor Blas Flor.

A lo dicho por su compañero de mesa, el doctor Marcos Melián apuntó que «caminamos hacia una era en la que la operación será la última opción y la inmunoterapia, la radioterapia y los demás tratamientos que actualmente se están investigando serán los que se utilicen. Existe mucha investigación al respecto y, aunque todavía no está estandarizado, es la revolución que viene en el futuro próximo».

El cáncer de colon consiste en un crecimiento incontrolado de células en el colon, al igual que en las del recto. Este se puede originarse en cualquiera de sus tres capas: muscular, mucosa y serosa. Generalmente, primero se genera unas estructuras celulares benignas, llamadas pólipos. No obstante, si no son detectados o no se extirpan durante un periodo prolongado (al menos 10 años) pueden llegar a evolucionar en un tumor maligno.

Los ponentes señalaron a lo largo de la mesa de expertos la importancia de la detección precoz y la relación intrínseca que esta tienen con la supervivencia. «Estamos en un buen momento en cuanto al abordaje del cáncer de colon y rectal. Pero lo más importante es que actualmente tenemos una visión global. Antes la curación tenía mucho peso, los tratamientos, los cribados, etcétera. Ahora se hace mucho hincapié en la prevención primaria, la promoción de comportamientos saludables, la investigación al respecto, el cuidado nutricional, la actividad física... Ahora los tratamientos son multidisciplinares en todos los ámbitos y se hacen desde la prevención, al acompañamiento en la supervivencia», explicó Ana Molina.

Respecto a los cribados que se realizan a partir de los 50 años, Susana Castán señaló que «lo cierto es que, así como el screening de mama está estandarizado, en el de colon nos cuesta que la población acuda. Las mujeres participamos más, ya sea por la concienciación o por el rol que todavía asumimos. El hombre todavía no tiene interiorizado la importancia de acudir». A esto, el doctor Blas Flor apuntó que «el hombre todavía entiende la colonoscopia como una prueba demasiado invasiva. Solo acuden si la mujer les 'incita' a ello», por su parte, el doctor Melián puntualizó que «en muchas ocasiones, en la consulta es la mujer la que responde a las preguntas de la medicación, hábitos, etcétera, mientras el hombre permanece callado».

Desde el departamento en el que trabaja Ana Molina se realizan investigación sobre los factores de riesgo, así como en el estudio de las diferentes barreras que existen para la participación en los programas de cribado, ya que solo así se logra encontrar la vía para vencerlas y aumentar el porcentaje de participantes. De esta forma se llega a una detección temprana de los casos y mejoran los ratios de curación. «Vemos una clara desigualdad de género, puesto que los hombres participan menos, se relacionan con los roles tradicionales de feminidad y masculinidad. Los hombres se sienten poco vulnerables a desarrollar la enfermedad. Por su parte, las mujeres muestran una mayor preocupación por su salud y la de su entorno», apuntó Molina.

Ante estas evidencias, la jefa de servicio de Promoción y Prevención en el Entorno Sanitario de la Dirección General de Salud Pública y Adicciones de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública aseguró que «se hace necesario trabajar en esa línea de concienciación de la importancia de acudir a los screening para poder coger a tiempo los tumores. Además de fomentar un estilo de vida saludable, evitando todos los factores de riesgo en la medida de lo posible».

A lo largo de la mesa de expertos, los ponentes señalaron los diferentes factores de riesgo que afectan al cáncer de colon, que en muchos casos son compartidos con la enfermedad en general. Concretamente, la edad de incidencia en el colon es a personas mayores de 50 años, aunque apuntaron que se dan casos en población más joven, pero que no son cifras significativas como para empezar las pruebas de detección precoz antes de los 50 años.

A la edad, los expertos señalan el hecho de tener diagnosticada una enfermedad inflamatoriaintestinal (como puede ser la colitis ulcerosa o la Enfermedad de Crohn). Factores genéticos, ya que en un pequeño porcentaje de pacientes existe una relación con genes hereditarios, vinculados especialmente a dos síndromes: la poliposis adenomatosa familiar (PAF) y el síndrome de Lynch.

Además, contar con antecedentes personales de pólipos. Tener familiares consanguíneos que padezcan o hayan padecido la enfermedad. Mantener dietas con alto contenido en grasas y calorías, sumado a un bajo contenido en fibra. Padecer diabetes. El sedentarismo y padecer obesidad o el consumo excesivo de alcohol y tabaco.

También se habló de la importancia de la prevención primaria, así como de los síntomas por los que se hace necesario consultar al personal médico. La sensibilidad y dolor abdominal en la parte baja del abdomen; observar sangre en las heces o sangrado rectal; padecer diarrea, estreñimiento u otros cambios en las deposiciones; observar heces delgadas, básicamente producidas por el estrechamiento de los intestinos; o la pérdida de peso sin ninguna razón conocida, unido a la sensación de evacuación incompleta son los principales a tener en cuenta.

«En los estudios que realizamos, hemos podido observar las diferencias de género en cuanto a alimentación se refiere. Por ejemplo, el consumo de carnes rojas y carnes en general es más elevado en hombres que en mujeres. Mientras que el consumo de verduras es mayor en el género femenino», apuntó Ana Molina.

Todos coincidieron en señalar que la sociedad debe cambiar sus hábitos y volver a una alimentación saludable y una práctica de ejercicio físico. No obstante, los facultativos ya prescriben el deporte como parte del tratamiento de muchas enfermedades, no solo del cáncer, señalaron. A esto hay que sumar que «existen una gran importancia de las políticas que los diferentes gobiernos aplican. Hay muchas decisiones que no se pueden dejar en manos del ciudadano. Por ejemplo, las políticas de tabaco y el consumo de alcohol ayudan en esta prevención», incidió Molina, quien también apuntó que hay que facilitar al ciudadano la práctica de estas actividades saludables. A lo dicho, los doctores Melián y Flor apuntaron que «en la cuestión alimenticia pasa lo mismo, es más sencillo comer alimentos procesados que los considerados sanos. Por ello, hay que regular los azúcares, este tipo de alimentos».

Si de investigación y futuro se habla, señaló el doctor Melián, «en el ámbito europeo, España está a un primer nivel tanto en investigación como en ensayos clínicos. Además, somos el segundo país en calidad médica y oncológica. Nuestros hospitales tienen un poder de atracción muy grande para realizar investigación. Es cierto que existen muchas áreas de mejora, pero el momento es muy bueno. Y, a raíz de la medicina de precisión, existe un futuro muy prometedor». A esto, el doctor Flor añadió que «el objetivo final es curar sin cirugía, ahora ya es mínimamente invasiva. Además, estamos mejorando a la hora de evitar la toxicidad y los efectos secundarios».

Respecto a los retos, señalaron que la información es vital, así que lograr aumentar el ratio de población que acude a los cribados. También el hecho de llegar a proporcionar un tratamiento integral, desde la prevención, al tratamiento y el acompañamiento en las revisiones y siguientes estadios. «Debemos tener una visión integral del paciente, hemos avanzado al curar a pacientes con cáncer, ahora ya no tratamos el cáncer de los pacientes».

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