Coronada en las alturas
La devoción por la Mare de Déu se desborda en la culminación del Misteri. Los vítores a la Patrona y la emoción invaden la Basílica de Santa María en el segundo acto de la Festa, con el templo abarrotado y decenas de personas en las puertas mayor y laterales
GÓMEZ ORTS
Domingo, 16 de agosto 2015, 00:36
Tal y como suele suceder año tras año, sin excepción, la celebración de la Festa, culminada con la emotiva y solemne Coronación de la Virgen y consiguiente subida al cielo, congregó a una ingente multitud en el interior de la Basílica de Santa María, a rebosar; en cualquier resquicio del templo hubiese o no visibilidad para seguir la representación, y en el exterior frente a las puertas Mayor o laterales. Un público que tras aplaudir con fuerza las apariciones de los aparatos aéreos prorrumbió en clamorosos ¡vivas! cuando llegó el momento culminante de ser coronada y consiguiente ascensión de la Virgen al cielo.
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La representación, en la misma línea que ha venido transcurriendo en los días anteriores, pero en este señalado día la emoción de la gente sube muchísimos grados.
Cabe añadir que todos y cada uno de los cantos y actuaciones transcurrieron de forma cronometrada y con muy alta calidad. J. Javier Piñol en el papel de San Juan, Samuel Fernández como santo Tomás; el reverendo Fernando Brotóns, San Pedro; la fabulosa Judiada, con José Pedro López como Gran Rabino; los niños Pablo Zapata, Pablo Hernández, Samuel Buitrago, Aarón Mateos, Daniel Penalva, José Antonio Pastor, Claudio Gómez y Eduardo Gómez, como Cortejo.
El Araceli integrado por los chavales Javier Chinchilla y Pablo Sánchez y los adultos Salvador Cotes y Luis Antón, y la Coronación, con los niños Manuel Abad y Salvador López y el reverendo Ramón Cano como Padre Eterno. Lo que se dice una representación de muy altos vuelos.
Culminaban así unas representaciones que han contado, junto a cantores ya veteranos y asentados en los papeles, con voces nuevas, en esa constante renovación que el Mestre ha imprimido a la Capella y que tan buenos frutos está dando. Además, ha mantenido las rotaciones en los papeles, con lo cual asegura que hay recambios por su surgen contratiempos.
Procesión
Cercanas las diez de la mañana, con las campanas de Santa María al vuelo, la gente iba acudiendo desde los cuatro puntos cardinales de la ciudad hacia la Basílica para participar o presenciar la Procesión-Entierro de la Virgen. Naturalmente, contando con la asistencia de las comisiones de fiestas, con sus vestidos de gala, y un larguísimo cortejo con presidencias de autoridades, miembros del Patronato del Misteri, clero encabezado por el obispo de la diócesis, Jesús Murgui.
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La cama con la Mare de Déu yacente fue portada a hombros por los miembros de la Capella del Misteri, que iban interpretando el salmo 'In exitu Israel d'Egipto', una de las piezas de la Festa.
Todo el largo trayecto estaba cubierto por dos nutridas filas de gente, mientras que el paso de la Patrona iba siendo recibido con el disparo de tracas. Al llegar al arco del Ayuntamiento se disparó una potentísima traca aérea desde la pasarela. A los acordes del Himno Nacional, fue introducida la Virgen en el interior de la Basílica con el mismo ceremonial que a la salida.
Tras ser situada en el altar mayor, se ofició la misa, presidida por el obispo y cantada por la Escolanía del Misteri, con el templo a rebosar, ya ocupado todo el espacio por la gente mientras se desarrollaba la procesión por las calles ilicitanas.
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Un año más, se cumplió la centenaria tradición y Elche evidenció su devoción mariana, que tendrá su continuación a partir de esta tarde en las Salves a la Mare de Déu. Durante esta semana, muchos serán los ilicitanos que se acercarán a besar los pies a la Patrona.
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