El robot valenciano que reduce las listas de espera en la sanidad pública
ZINK Medical se basa en la inteligencia artificial para realizar hasta 100 revisiones oftalmológicas en 8 minutos
Un nuevo compañero de trabajo ha llegado para reducir las listas de espera en la sanidad pública. Doria es un robot impulsado por la valenciana ZINK Medical. «Realiza en unos diez minutos un examen ocular completo de ambos ojos del paciente para determinar si tiene alguna patología o problema visual», explica Santiago Medrano, director comercial de Iberia en Zink Medical.
La llegada de Doria empezó a planearse hace dos años: «Detectamos que un fabricante suizo disponía de esta tecnología. Entonces ideamos la puesta en marcha e implementación, sobre todo enfocada a la sanidad pública», comenta el experto, quien añade: «No solo proveemos el aparato, sino un servicio completo, con los profesionales optometristas que lo manejan y reciben al paciente. «El objetivo fundamental es agilizar la lista de espera en oftalmología dentro de la sanidad pública.»
Gracias a la empresa valenciana, se pueden realizar 100 revisiones oftalmológicas en 8 minutos, algo pionero que ha llegado para quedarse no sólo en nuestro territorio. El Hospital de La Paz de Madrid fue el primero que lo implantó, para posteriormente llegar a La Fe y también al Universitario de Alicante. La Rioja, Cantabria, Asturias, Galicia, Canarias o Andalucía son otros territorios que ya han entrado en fase de contacto que ya se planifica su implantación.
Respecto a la integración en el sistema sanitario, Medrano desgrana algunos detalles: «Normalmente el equipo no se instala dentro del hospital, sino en un ambulatorio o centro de especialidades externo. Así acercamos el servicio a los pacientes y descongestionamos los hospitales. El médico de cabecera sigue siendo la puerta de entrada: cuando detecta un problema ocular, deriva al paciente al robot, que hace el examen inicial, posteriormente el sistema clasifica a los pacientes: los que tienen una patología se derivan al hospital, los que necesitan gafas a la óptica, y los que no presentan problemas se citan al año para seguimiento.»
«Los pacientes, al principio, se sorprenden al ver un robot, pero salen encantados por la rapidez y la atención
Santiago Medrano
Director comercial de Iberia en Zink Medical
Hay que tener en cuenta, recuerda el portavoz que el aumento de las listas de espera se debe a diversos factores. «El envejecimiento de la población, la jubilación de muchos oftalmólogos y la falta de reemplazo», éstos son algunos de ellos que además provocan que en ciertas zonas de España los pacientes hayan de esperar un año para ser atendidos y entendieron que la tecnología disponible podría hacer frente a ellos: «Queríamos ofrecer una solución a este cuello de botella, ayudando a priorizar a los pacientes que realmente necesitan atención especializada.»
Respecto a la tecnología implantada por Doria y acerca de qué encuentra una persona cuando se sienta ante este robot, comenta: «El robot interacciona con el paciente, le habla, le da instrucciones: 'mire la luz que parpadea, abra los ojos, lo está haciendo muy bien'. Es muy empático y cómodo. En menos de 20 minutos el paciente tiene hecho todo el examen, con resultados precisos y trazables. La tecnología ha sido validada clínicamente; incluso se ha publicado un artículo en Frontiers of Medicinecon los 3.000 primeros pacientes del Hospital de La Paz.»
Para finalizar, expone cuáles son las sensaciones tanto de los profesionales como de las personas que ya han tenido ese contacto con Doria: «Cuando iniciamos el proyecto en La Paz, el jefe de servicio, el doctor Félix Armadá, se mostró muy proactivo y apoyó desde el principio la idea, es cierto que hay profesionales más proclives a adoptar nuevas tecnologías y otros menos, pero una vez que ven los resultados, la aceptación es muy buena. Por su parte, los pacientes, al principio, se sorprenden al ver un robot, pero salen encantados por la rapidez y la atención».
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