Los sindicatos piden un «alto al fuego permanente» y ayuda humanitaria para Gaza en una manifestación solapada por las protestas del Roig Arena

La protesta vespertina ha comenzado a las 19 horas desde el Parterre, en Valencia. Allí, varios centenares de personas se han acercado para exigir «una paz duradera y el acceso de ayuda humanitaria» en la franja de Gaza y con el objetivo de seguir presionando para que el acuerdo de paz entre Israel y Palestina firmado hace dos días bajo la tutela de Estados Unidos se lleve a cabo en las condiciones pactadas.

Durante el recorrido, los representantes sindicales han leído un manifiesto en el que han lanzado tres consignas principales: que «la tregua no es el fin del genocidio», que «el plan impuesto perpetúa la ocupación» de Israel en la Franja de Gaza y en Cisjordania y que «Europa y la comunidad internacional son responsables». «Las vidas palestinas continúan amenazadas por la falta de agua, de medicinas, de alimentos y de refugio; consecuencias directas del asedio, el desplazamiento forzado y la devastación planificada. Sin justicia ni rendición de cuentas, cualquier tregua es solo una pausa entre masacres», han expresado.

Además, han reclamado a las instituciones españolas, europeas e internacionales diversos puntos, entre los que se encuentran un alto el fuego «permanente, verificable e inmediato; la garantía de acceso y de protección de ayuda humanitaria; la suspensión de los acuerdo entre la Unión Europea e Israel; y el embargo total de armas».

La manifestación de los sindicatos ha tenido lugar una hora después de la concentración frente al Roig Arena, donde se disputa el partido entre el Valencia Basket y el equipo israelí Hapoel de Tel Aviv, que se juega a puerta cerrada por motivos de seguridad. Además, es la segunda que se produce este miércoles, ya que cerca de un millar de personas, según la Delegación del Gobierno, se han concentrado en la Estación del Norte del 'cap i casal' esta mañana.

A pesar de que los sindicatos compartían el motivo de la protesta, ha habido discrepancias entre ellos en la manera de desarrollarla. Así, mientras los dos principales, UGT y CCOO, han optado por realizar una huelga parcial con tres paros de dos horas entre las 2 y las 4, las 10 y las 12 y las 17 y las 19 horas, otros como CGT, Intersindical o CNT han preferido apostar por la huelga general.

Desde CCOO han justificado esta decisión porque «el objetivo no era parar la producción, como en una huelga laboral al uso», sino dar apoyo a los trabajadores para que se pudieran movilizar. Así, según explican, ha habido parones en distintos puntos de las tres provincias, como en hospitales o en los edificios públicos. «Israel ha estado masacrando a la población de Gaza, así que queríamos dar la posibilidad a los trabajadores de mostrar su compromiso con el pueblo de Gaza», ha expresado la secretaria general de CCOO País Valencià, Ana Garcia.

Por su parte, el secretario general de UGT País Valencià, Tino Calero, se ha sumado a la denuncia «del genocidio contra la población gazatí». «Es evidente que después de la tregua se abre una puerta a la esperanza, pero no es menos cierto que el ejército israelí ha vuelto a asesinar a palestinos. Por eso era fundamental mantener las movilizaciones; no podemos bajar la guardia», ha expresado, y ha añadido que su deseo es que Palestina alcance «una paz duradera».

En uno de los puntos de protesta de esta mañana, los sindicatos mayoritarios han realizado una 'performance' que ha consistido en alzar las manos manchadas de pintura roja, en referencia a los más de 65.000 gazatíes muertos a causa de los ataques de Israel.

Estas movilizaciones se están produciendo en un contexto de negociación entre Palestina e Israel para terminar con la guerra que comenzó el pasado 7 de octubre de 2023. El primer paso se dio el pasado lunes, con la firma del acuerdo de paz y la posterior entrega de 20 rehenes israelíes en manos de Hamás. Ahora, el ejército del Estado judío tiene que retroceder sus líneas y permitir el paso de ayuda humanitaria a través del paso de Rafah y, a su vez, Hamás tiene que devolver los cuerpos de 28 rehenes fallecidos.