El encarecimiento del alquiler hace que ya haya más oferta de habitaciones que de pisos en Valencia
Las viviendas turísticas dadas de baja en la capital se reconvierten en casas para compartir como alternativa de negocio
Escasez de oferta y precios disparados. Son los dos aspectos que han ido dando forma a lo que ya se puede denominar como crisis inmobiliaria, ... que salpica a toda España y que se hace notar, cada vez con más fuerza, en el territorio valenciano.
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Las consecuencias de esta situación son diversas. Desde el retraso de la edad de emancipación por parte de los más jóvenes hasta la eclosión de alternativas que permiten el acceso parcial a una vivienda. En esa línea, durante el primer semestre del curso la provincia de Valencia ha visto como la oferta de pisos compartidos superaba a la de inmuebles completos en el mercado de alquiler.
Desde el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia (Coapiv) ya se vaticinaban movimientos importantes a final de 2024 respecto a la oferta de alquiler debido a la escasez de inmuebles en el escaparate. No se equivocaban. A pesar de que la oferta de vivienda para el alquiler se ha incrementado un 26% desde el último año, sigue sin ser suficiente como para cubrir la demanda, que crece mes a mes debido al aumento de población, que desde el año pasado ha crecido en 43.500 personas.
Los cálculos salen solos si se tiene en cuenta el incremento de habitantes y el número de viviendas ofertadas en el mercado inmobiliario (entre venta y alquiler), que se sitúa en torno a las 24.500, según los datos del informe sobre el mercado inmobiliario de Valencia del segundo trimestre de 2025, elaborado por el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Valencia. ¿El resultado? Un déficit de oferta que tensiona los precios y obliga a recurrir a soluciones como el arrendamiento por habitaciones.
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En los primeros seis meses del curso la oferta de estancias para el alquiler en pisos compartidos ha crecido un 19,6%, mientras que la de viviendas al completo ha experimentado un incremento del 8,3%. «En lo que se refiere a oferta de alquiler estamos en momentos mínimos, mientras que hay un auge de las habitaciones», explica Luis Fabra, director de la Cátedra en Mercado Inmobiliario de la Universidad de Zaragoza.
En julio, un mes en el que los alquileres estudiantiles apenas tienen peso sobre el total del mercado, el número de ofertas de habitaciones en pisos compartidos era de 4.766, lo que supone un aumento de 544 ofertas respecto al mes de mayo. Una tendencia al alza que puede dispararse en el tercer trimestre del curso, cuando los estudiantes, que suelen optar por la opción de vivir en una casa junto a más compañeros para abaratar los costes del alquiler, regresen a Valencia.
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Según el informe de Coapiv, el rango medio de precios para las habitaciones en pisos compartidos en la provincia de Valencia se sitúa entre los 300 y los 500 euros, lo que ya supone un desembolso importante para la mayoría del colectivo estudiantil.
De hecho, los pisos fraccionados no son únicamente una alternativa habitacional, sino también una oportunidad para sacar una rentabilidad incluso mayor al alquiler de una vivienda. Es cierto que muchos propietarios ven con cierto respeto el alquiler por habitaciones al temer que la casa pueda sufrir mayores desperfectos, pero cada vez es mayor el porcentaje de viviendas en alquiler que se arrendan por estancias.
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Los inversores tratan de aprovechar toda oportunidad de negocio que se les ponga por delante, por lo que se está produciendo una reconversión de pisos turísticos que han sido dados de baja con la entrada en vigor de la nueva normativa para la ciudad de Valencia para transformarlos en casas para alquilar por habitaciones. Desde el sector advierten que se trata de una tendencia en auge que en los próximos meses puede terminar de dispararse, sobre todo en la capital del Turia. El alquiler vacacional ahora pasa a ser alquiler habitacional, lo que resulta algo mejor, pero sigue sin ser beneficioso para el mercado. «Los pisos turísticos entran en el mercado de las habitaciones y lo deseable es que esa vivienda entrase en el mercado tradicional», explica Vicente Díez, vicepresidente y portavoz de Coapiv, quien asegura que es la demanda quien debe ejercer cierto control sobre los precios, ya que el propietario «está crecido».
En esa línea, el también propietario de una inmobiliaria ha percibido este año un cambio de mentalidad por parte de los inquilinos de menor edad, que puede cambiar la tedencia alcista de los precios. «En los alquileres de estudiantes hemos notado cierto freno, ya que han dicho: 'No vamos a pagar cualquier cosa por un piso'».
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Un cambio de mentalidad del que han resultado beneficiadas las residencias, que pese a no ofrecer precios más baratos sí que incluyen servicios que en cierto modo 'compensan' el desembolso mensual a realizar por parte del estudiante.
«Las residencias han aumentado de forma exponencial, con mucha calidad y a unos precios variados. El estudiante nacional tiene donde elegir. El aumento de oferta favorece que los precios acaben frenando», indica.
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Hipotecas de mayor duración: una opción cada vez más común
Con el precio del alquiler por encima de la cuota media de la hipoteca, son cada vez más personas las que deciden abandonar el mercado del alquiler y centran la mirada en el de la compra. No obstante, según explica Lluis Planells, vocal de la junta de gobierno de la Asociación Empresarial de los Agentes de la Propiedad, esa alternativa sólo es posible para aquellos que disponen de un colchón económico suficiente como para dar el primer paso: «Mucha de la gente de alquiler opta por desplazarse a la compra, si tienen fondos propios para intentar hipotecarse un poco más y poder vivir, puesto que el precio del alquiler duplica la cuota media de la hipoteca».
En el segundo trimestre, en la provincia de Valencia se constituyeron 24.257 hipotecas sobre viviendas, lo que supone un 18,8% más que el año previo. Además la duración de las mismas aumenta un 3,5% hasta los 24,5 años y dos de cada tres se firman a tipo fijo. «Los plazos siguen creciendo. Es lo lógico con el aumento del precio de la vivienda», explican desde Coapiv.
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Pese a todo, entre la compra o el alquiler, la segunda opción sigue teniendo un peso mucho mayor en la actividad inmobiliaria valenciana.
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