Ponerle corazón a tu empresa para tener trabajadores más felices

La buena situación personal de los trabajadores ha comenzado a ser uno de los ámbitos de mejora para muchas empresas, conscientes de que si fuera del trabajo los empleados tienen una vida feliz, también lo estarán a nivel laboral. Que los trabajadores sean algo más que un número. Esa es la motivación que ha llevado a José Vicente Villaverde, director general de Grupo JV, empresa de limpieza valenciana, a implementar un proyecto piloto en su compañía para beneficiar socialmente a sus empleados y a sus familias. «Se trata de hacer una gestión humana de la empresa. Los trabajadores no sólo son manos, pies y cabeza. Son también corazón y hay que hacer un ejercicio de empatía continuo y ponernos en la piel de quienes están en situación de vulnerabilidad, porque son nuestro equipo. Tenemos que ayudarles en todo lo posible», asegura Villaverde.

En un negocio de limpieza profesional, el perfil de los trabajadores están históricamente precarizado y feminizado, por lo que las mejoras sociales que quieren implementar van en una línea humana. De ahí que este programa, pionero en el sector, se basará en una unidad propia de trabajo social, financiada por la propia compañía, que abordará problemas sociales de fuera del ámbito laboral. La trabajadora social, de la compañía externa Firma Quattro, atenderá, por ejemplo, dificultades para cubrir el alquiler, sanitarias, educativas, económicas, o situaciones de intervención de crisis como casos de violencia de género, fallecimientos, o situaciones sobrevenidas. Además, informa de ayudas y prestaciones públicas, acortando los tiempos que ofrece la administración pública, y acompañando en el trámite de las mismas, para superar, por ejemplo, la brecha digital o la idiomática, o evitando perder días de vacaciones para atender casos personales o familiares.

La compañía comenzó a aplicar este sistema en enero y ya ha iniciado 15 intervenciones. Hasta la fecha el trabajo social se había relacionado con un servicio propio a la Administración Pública, en el ámbito de la exclusión y el riesgo social, sin embargo, como dice Sandra Merchán, la trabajadora social de Grupo JV, «una nómina no te exime actualmente de estar en una situación de vulnerabilidad social», más en un sector feminizado y teniendo un alto porcentaje de la plantilla también a cargo de los cuidados de su familia. «¿Cómo voy a tener empleadas y empleados productivos y a la altura de nuestros clientes, si no llegan a fin de mes o no pueden conciliar?» explica José Vicente Villaverde. El trabajo social de empresa es una disciplina que permite tratar estas situaciones de forma confidencial y rigurosa, de este modo, evitan que el desempeño laboral influya en el área personal y viceversa, aliviando a su departamento de Recursos Humanos y a su vez, generando un impacto en el sector, ya que el servicio permite ya no solo atender situaciones de vulnerabilidad sino también, preverlas.

«Mi equipo tiene que tener las mejores condiciones del sector, deben tener la mejor calidad de vida personal posible y debemos conseguir dignificar a las personas como grandes profesionales que son. Nuestro mayor activo son las personas y nuestra misión debe ser la de aportarles el mayor valor posible», asegura el empresario.

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