Ángel Escribano presidente de Indra. Efe

La operación de Indra y Escribano se «cerrará antes de final de año» y será una fusión entre iguales

La transacción será un canje de acciones de ambas compañías, con la duda aún del porcentaje que recibirán los hermanos Escribano

Martes, 21 de octubre 2025, 16:20

«Antes de finales de año». Así de contundentes se muestran fuentes conocedoras de la operación entre Indra y Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) - ... la empresa familiar de Ángel Escribano, presidente de la cotizada, y de su hermano Javier, consejero de Indra y, a su vez, presidente de EM&E-, que aclaran que nunca será «una absorción ni tampoco habrá desembolso monetario».

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La integración encara su recta final a la espera del dictamen de la comisión ad hoc, creada a principios de verano para estudiar las posibles incompatibilidades, «que las hay», como afirmó José Vicente de los Mozos, CEO de Indra, en la última presentación de resultados de la compañía. Las conclusiones finales llegarán, previsiblemente, en el consejo que se celebrará la próxima semana, fecha en la que también vence el mandato de la consejera independiente Belén Amatriain, quien a su vez preside la mesa que ha elaborado el dictamen de incompatibilidades.

Ya con el informe sobre la mesa, la cúpula de Indra tendrá que decidir si lleva a buen puerto la operación que ambas firmas califican como positiva y «que generará sinergias para ambas». Tras las tensiones vividas en el último consejo de julio, marcado por dimisiones y una reunión especialmente conflictiva, la situación se ha ido calmando en los últimos encuentros de los directivos de Indra y se ha allanado el camino para la transacción, con un consejo favorable a Escribano y De los Mozos tras la salida de los consejeros más «beligerantes».

No obstante, aún quedan muchos flecos por resolver. Descartadas tanto la absorción como el desembolso monetario, «la operación se realizará mediante un canje de acciones», explican a este periódico fuentes de la operación. Desde abril, fecha en la que se confirmó el interés más reciente por Escribano, tanto Indra como la empresa madrileña de Alcalá de Henares trabajan con Goldman Sachs y Morgan Stanley, por un lado, y JP Morgan y Banco Santander, por otro, para ajustar todos los intereses. Uno de ellos es el intercambio de opciones que ambas compañías recibirían. «Indra tendrá que hacer una ampliación de capital», señalan. La duda es saber qué porcentaje recibirán los Escribano y en qué posición quedarán dentro del accionariado de la cotizada. En la actualidad, Ángel y Javier poseen poco más del 14%, solo superados por el Estado a través de la SEPI, que ostenta el 28%. «Se cerrará cuando sea satisfactorio para todos», arguyen.

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Este encaje no es baladí ni tampoco sencillo de cuadrar, ya que un porcentaje superior al que posee la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales provocaría que Javier Escribano tuviera que lanzar una opa, dado que la normativa vigente establece que «cuando una persona o empresa alcanza el 30% o más de los derechos de voto de una sociedad cotizada, debe formular una opa obligatoria por el 100% de las acciones». De ahí que la valoración de EM&E se esté mirando con lupa y que los expertos la sitúen en una horquilla de entre 1.000 y 1.500 millones de euros. En el caso de que el canje se hiciera por el importe más bajo de esta franja, supondría el intercambio del 14% de Indra y dejaría a la familia Escribano al borde del 30%. «Todo está por ver y se está calculando detalladamente», señalan otras fuentes del sector.

Un amor lejano

Aunque la operación, si finalmente se cumple y nada la entorpece, será una de las más relevantes en el panorama empresarial español, una vez que la opa del BBVA sobre Sabadell decayó después de que la entidad vasca no lograra el mínimo requerido. En el caso de Indra y EM&E, el interés de la primera por la segunda viene de lejos.

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Bajo la presidencia de Fernando Abril-Martorell, antes de que Marc Murtra ocupara ese sillón, se barajó la opción de una fusión, aunque se descartó por el «pequeño tamaño de la segunda». Sin embargo, casi una década después, EM&E es uno de los actores principales del sector de la defensa español, ganando grandes contratos de la Administración -recientemente ha sido adjudicataria de uno de los grandes lotes de los Programas Especiales de Modernización (PEM) del Ministerio de Industria- y espera cerrar el año con una facturación cercana a los 480 millones de euros y una cartera de pedidos que supera los 1.400 millones. «Creemos que es una operación positiva para sumar capacidades industriales», explican desde el sector.

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