Slim manda, aunque deja aún la corona a Koplowitz
El magnate mexicano tomó el poder en enero y ha cambiado a los principales directivos en una FCC ya con claro acento mexicano
J. A. BRAVO
Miércoles, 28 de octubre 2015, 13:16
Sus críticos en el mercado consideran que ha venido a conquistar Europa a través de FCC, evitando poner un solo euro de más de los que sean necesarios. Pero lo cierto es que la táctica de Carlos Slim, que entre sus inversiones en la constructora y en la inmobiliaria Realia ha puesto casi 750 millones, no es muy distinta de la que hacen buena parte de los grandes inversores desde hace tiempo.
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El dueño de Telmex y América Móvil, entre otras multinacionales, pactó hace casi un año con Esther Koplowitz su aterrizaje en FCC. Slim supo aprovechar el momento, tras frustrarse las negociaciones entre la conocida empresaria y el financiero George Soros (quien controla casi el 4% de FCC) para que éste se convirtiera en su muleta financiera. Pero el estadounidense ponía menos dinero (500 millones) y exigía más ventajas financieras (mayor descuento en la compra de títulos en la última ampliación de capital, culminada a finales de 2014). La ventaja es que cedía el poder de gestión. Porque Slim, que amasa la cuarta mayor fortuna del planeta (62.500 millones de euros), según la revista Forbes, pone dinero para mandar. Su mayoría, aunque algo apretada -controla el 25,6% del capital social frente al 22,4% del que dispone la otrora máxima accionista-, le ha sido suficiente para ir colocando poco a poco sus piezas dentro de la cúpula del grupo.
Como cabeza visible de todas ellas aparece Carlos Jarque, uno de los hombres en los que más confía y que ya se ocupó de mejorar la imagen de su operadora de telecomunicaciones, además de ser consejero de la firma Carso, el vehículo con el que el magnate azteca canaliza casi todas sus inversiones. En agosto fue nombrado nuevo consejero delegado en sustitución de Juan Béjar, quien no agotó su mandato (2016) para poder llevarse una indemnización de 8,4 millones.
Desde entonces se han sucedido los cambios de altos cargos en FCC, no demasiados aunque sí los suficientes para relevar a la vieja guardia de Koplowitz. Su plan a medio plazo, aprovechando además una nueva ampliación de capital que exige la banca a cambio de refinanciar de nuevo su elevada deuda (5.810 millones hasta junio pasado), pasa por elevar su parte al 30% mientras su compañera de viaje reduce la suya por debajo del 20%.
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