Las alternativas al boom del precio del alquiler en la Comunitat
Residencias o pisos compartidos ganan peso sobre todo entre el público joven, que presenta mayores dificultades para poder autofinanciarse una vivienda
El encarecimiento de los precios frena las posibilidades de emancipación de lo jóvenes y limita la capacidad de ahorro de las familias, que tampoco ... pueden dar el paso a hipotecarse.
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La compra, una opción lastrada por la escasa capacidad de ahorro
En ciertos perfiles familiares, el peso del alquiler (que supera el 40 % de la renta neta) impulsa el paso a la hipoteca, pero se ve limitado por la necesidad de ahorro previo. Sin embargo, desde la Cátedra de Vivienda de la UPV consideran que una gran parte de la demanda que ahora está alquilada es «vocacionalmente compradora», por lo que optará por la adquisición de una vivienda «en cuanto tenga ese ahorro».
María Matos, directora de estudios de Fotocasa, explica que las personas de entre 25 y 34 años son quienes más identifican el alquiler con la idea de «tirar l dinero», por lo que ven en la compra de vivienda un refugio de valor seguro. Sin embargo, no pueden acceder a ella, «porque no tienen capacidad de ahorro».
Compartir vivienda, la vía más recurrente para el público joven
Es el público joven, que ocupa habitualmente puestos de menor remuneración, el que más sufre para poder pagar un alquiler de forma individual. Según los informes de Fotocasa Research, el 50% de inquilinos no puede afrontar en solitario un alquiler completo y comparte piso por necesidad económica. De modo que en los últimos años ha habido un auge en la firma de contratos con varios inquilinos. En concreto, en Valencia y en Alicante los pisos compartidos han experimentado un repunte del 12 % en los últimos tres años.
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No obstante, el precio de las habitaciones ha crecido a un ritmo similar al que lo han hecho los pisos en alquiler, tensionando todavía más el mercado en zonas con una elevada demanda.
Las residencias ganan peso a pesar de su reducida oferta
Ante la escalada de precios tanto de las viviendas como de las habitaciones, las residencias empiezan a convertirse en una alternativa cada vez mejor vista entre los estudiantes. A pesar de que los costes de las residencias son algo más elevados la oferta suele incluir servicios complementarios –comedor, limpieza o instalaciones deportivas– que garantizan la comodidad del inquilino. La diferencia de coste mensual no es tan elevada si se tiene en cuenta el precio de un alquiler y se le añaden los gastos que ya van incluidos en la factura final de las residencias. Sin embargo, la escasez de plazas ofertadas también se ha convertido en un problema para los estudiantes que llegan hasta la Comunitat en busca de una habitación.
Los pisos vacíos, una posible solución que todavía está muy verde
Desde la Cátedra de Vivienda de la UPV consideran que una de las soluciones prácticas para detener el encarecimiento de los pisos para arrendar pasa por incrementar la oferta mediante la movilización de inmuebles vacíos. Sin embargo, Fernando Cos-Gayón, director de la entidad, lamenta que la inclusión de pisos vacíos al mercado de alquiler es mínima debido, principalmente, al riesgo percibido por la «inquiocupación» y a los elevados costes de rehabilitación de una vivienda que ha permanecido mucho tiempo sin ser utilizada. Los expertos lamentan una situación que «mantiene inactivo un parque muy significativo» y proponen un plan de incentivos, para que las viviendas vacías puedan ponerse en uso, contribuyendo a aliviar la tensión.
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