El Valencia Basket negocia con la Euroliga tener estabilidad con el Roig Arena
Enric Carbonell, director general del club, desvela que la aportación de Juan Roig y Hortensia Herrero fue de 18 de millones la pasada temporada, incluyendo L'Alqueria, y que el próximo curso los abonos masculinos y femeninos se podrán adquirir por separado
El director general del Valencia Basket, Enric Carbonell, ofreció este lunes una rueda de prensa conjunta con los directores deportivos del club, Luis Arbalejo y ... Esteban Albert, para analizar el proyecto de esta temporada. Con el Roig Arena en el horizonte, todo pasa por conseguir una estabilidad en la Euroliga masculina, tal y como reconoció Carbonell: «El objetivo del club es conseguir algún tipo de estabilidad en la Euroliga por lo que supone la incertidumbre cada temporada. Es un problema en todos los niveles y seguimos trabajando con Paulius Motiejunas (el director general). La Euroliga, primero, tiene que abrir esa puerta y cuando lo haga el Valencia Basket estará ahí. Entrar ganando la Eurocup sería lo ideal pero esto es deporte. Lo que no queremos es hacer atajos».
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En su exposición, el gestor anunció que la pasada temporada la entidad tuvo 12 millones de ingresos propios –cifra récord en el club– y que la aportación de los mecenas Juan Roig y Hortensia Herrero fue de 18 millones. Esa suma de 30 pertenecen al presupuesto global, contando la Fundación Valencia Basket 2000 (que engloba L'Alqueria) y la Sociedad Anónima Deportiva. El club avanza en sostenibilidad pero sigue dependiendo, en más de un 50%, de los ingresos de los mecenas. Hay detalles que lo explican. En el curso 23-24, el Valencia Basket ingresó 1,6 millones por competiciones (sumando el masculino y el femenino) y sólo en los viajes de los dos primeros equipos se gastó 1,8.
A partir de la próxima temporada subirán los ingresos propios gracias al Roig Arena, aunque Carbonell dejó claro que aún no está claro cómo se realizará el reparto: «En la explotación tendremos que ver qué parte nos corresponde, en nuestro caso de lo que se trata es de sumar. El Roig Arena es un proyecto de ciudad y la relación con el Valencia Basket tiene que ser hacer la tarta más grande, donde todos nos beneficiemos, para tener más aficionados. Esto es nuevo para todos e iremos viendo las áreas donde aumentarán los ingresos». Esos ingresos extras no serán suficientes para ser sostenibles: «El objetivo con el Roig Arena no es generar los 18 millones que aportan los mecenas. Una cosa es incrementar y otra llegar a esa aportación. Los mecenas van a seguir estando detrás del club cuando esté el Arena funcionando».
Con respecto a la asistencia, el director general destacó las cifras y anunció una primera medida para los abonados en lo que será el estreno del Roig Arena en el curso 2025-2026: «La temporada pasada, tanto el equipo masculino como el femenino, alcanzaron cifras de asistencia superiores a la anterior, con unas 500 personas más por partido. En total, tenemos 7.500 abonados globales que es la cifra máxima para tener una parte de entradas para aficionados que se enganchen al basket por primera vez y en el femenino a 1.350 abonados, que es una cifra récord. No hay datos públicos pero si no somos los primeros estaremos entre los tres primeros en el femenino. En el Roig Arena no habrá una abono global como entendemos ahora, habrá uno masculino y uno femenino y luego se podrá juntar».
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«Comenzamos llenos de ambición pero también de humildad, el compromiso y es esfuerzo diario que todo lo que dependa de nosotros salga al cien por cien», comentó con respecto a los objetivos de la temporada. Respecto a su discurso del pasado año, esta vez evitó aquello de que por presupuesto el Valencia Basket tiene que estar entre los cuatro primeros de la Liga Endesa.
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«Estoy muy contento con el trabajo de Luis Arbalejo, por cómo se ha adaptado el club y nos ha ayudado a crecer en el área deportiva. El reto del año pasado, en su primer año con Euroliga, lo superó y estoy muy contento tanto el año pasado como ahora en la plantilla que hemos confeccionado. También con el de Esteban Albert, que lleva muchos años, porque no tenemos que verlo de año en año. Creo en la evaluación continua, que el trabajo de un año se refleja en los siguientes».
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