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miguel ángel polo

Rivero lidera la primera del año

El cubano guía al Valencia Basket a un triunfo holgado ante el Bursaspor

Jueves, 6 de enero 2022, 20:24

La sexta ola de coronavirus sigue alterando de una forma tremenda el calendario del baloncesto. Tanto es así que los zarpazos que continúa pegando marcan la actualidad más que los partidos en sí, como la holgada victoria ayer del Valencia Basket frente al Bursaspor en la cita que tenían aplazada los taronja por su brote al regresar de Venezia. Dimitrijevic dio positivo en la prueba previa al partido y se unió a Hermannsson y Millán Jiménez (estos dos positivos desvelados por Pañarroya). La PCR a la que será sometida hoy la plantilla marcará si pueden viajar mañana a Málaga para disputar el domingo el encuentro ante el Unicaja. Hay que recordar que los de la Fonteta ya tienen dos partidos aplazados en la ACB (el de Tenerife y el del Gran Canaria en casa). Sobre esta situación, el de Terrassa se mostró cristalino: «Nuestro club ha demostrado que quiere jugar. Cuidamos la salud, evidentemente, pero queremos jugar. Somos los únicos que hemos jugado un partido al día siguiente de salir del confinamiento que teníamos marcado». Fue una forma de decir en público que en la Fonteta se recela de ciertos aspectos del protocolo que marca la suspensión de los partidos.

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Ciñéndonos al choque, Rivero lideró la primera victoria del 2022, donde Enric Carbonell se estrenó como nuevo director general de la entidad de Juan Roig. El cubano lo hizo, además, apelando a la vieja escuela. En el basket moderno resulta casi imposible ganar casi de veinte un encuentro en el que un equipo firma un 17% en triples (4 de 23). El Valencia Basket lo hizo, en parte, porque Rivero fue un martillo pilón en la zona, con 24 puntos (8 de 11 en tiros de 2) y 28 de valoración. Dubljevic fue su mejor escudero en la pintura, con 12 rebotes, 7 asistencias y 19 de valoración. Con los interiores mandando (buen trabajo de intendencia de Pradilla), los taronja empataron el balance al Virtus Bologna (5-3) en la tercera plaza.

El conjunto taronja no estaba dispuesto a repetir el error de salir con pocas revoluciones a un partido. Con buena intensidad defensiva, los de Peñarroya fueron haciendo saltar las costuras de un equipo que tiende a ser anárquico como el Bursaspor (21-5). Una tendencia que siguió hasta el final del primer cuarto (23-7), donde la valoración era de 36 a -2 favorable a los locales. Un triple de Van Rossom volvió a subir el +16 en el marcador (26-10) y un mate de Rivero la máxima renta (30-12). El problema para Peñarroya, el técnico no escondió su cabreo, es que desde ese instante su equipo se relajó en la pista convirtiendo el partido en una suerte de entrenamiento con poco público (1.896) que aprovechó el conjunto turco, sin tener que brillar mucho para ello, para recortar el marcador con un parcial de 6-12 (36-24). Peñarroya paró el partido y se marcó un 'casi Jasikevicius'. Durante 45 segundos del tiempo muerto no se dirigió a sus jugadores, contemplando la estampa junto a su cuerpo técnico a distancia. Quería notar ese sentimiento de momento tenso en la cara de sus jugadores. En los siguientes 15 segundos les dio alguna indicación. El parcial hasta el descanso fue de 6-3 (42-27).

En un tercer cuarto de intercambio de canastas, Rivero logró cambiar la dinámica para subir la máxima renta (62-43). Tampoco fue ese el momento en el que los taronja rompieron de forma definitiva el choque, puesto que los turcos lograron bajar de diez en los minutos finales (74-65). Un último estirón, buscando el average con un 12-3, permitió el lustroso +18 final.

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