Un icono de 400 millones llamado Roig Arena y con 150 millones de impacto económico
La estimación de entradas vendidas para el primer año es de 600.000 y la asistencia total de más de un millón en un recinto donde trabajarán unas 500 personas cada temporada
En la vida, las decisiones suelen tener más de una consecuencia. Cuando en 2011, con un Valencia Basket que rozó la Final Four de la Euroliga de la mano de Pesic, Juan Roig sondeó por primera vez la idea de construir un nuevo pabellón más grande que la Fonteta la opción de levantarlo en el actual aparcamiento del Campus de Tarongers quedó en un cajón. Analizando la situación catorce años después, ni tan mal. El Roig Arena abrirá sus puertas de forma oficial este sábado convirtiéndose en el nuevo icono de Valencia, con un proyecto de ciudad con 400 millones de inversión que no sólo engloba la instalación principal, con capacidad máxima de 20.000 personas en modo concierto, sino el Colegio Les Arts, el parking y la urbanización y ajardinamiento de más de 40.000 m2 donde se incluye el Parque de la Afición del Valencia Basket. Como círculo perfecto, algo que no tampoco hubiera ocurrido si se hubiera levantado aquel proyecto enfrente de la Politécnica, Valencia va a contar con una ciudad del baloncesto de 98.280 metros cuadrados englobando la Fonteta y L'Alqueria. Un hito único en el mundo.
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La magnitud de la obra también se mide en cifras. El impacto económico del recinto en la ciudad de Valencia, en su primer año de uso, está estimado en 150 millones de euros. Una cifra que puede convertirse en un reto con el crecimiento a futuro, teniendo en cuenta que en España el recinto que más PIB aporta es el Movistar Arena de Madrid, que ronda los 220 millones por año. En su arranque, el recinto valenciano aportará unos 500 puestos de trabajo, entre los 100 fijos de su plantilla y los variables que se necesitarán en cada evento. La previsión, para la temporada 25-26, es que por sus gradas pasen más de un millón de personas entre los partidos de baloncesto y el resto de eventos. Una horquilla que es muy posible que se supere con amplitud teniendo en cuenta que ya se han vendido 250.000 entradas de los 70 conciertos y eventos de entretenimiento puestos a la venta, que la previsión es que se vendan más de 600.000 entradas en este segmento del negocio y que el Valencia Basket, entre sus equipos masculino y femenino, disputarán un mínimo de 55 partidos como locales con el club en una cifra récord de 14.500 abonados sumando los dos equipos.
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Los operarios del Roig Arena ultimaban este martes la puesta a punto para su primer evento, el de su apertura, que se producirá este sábado con el concierto homenaje a Nino Bravo. En la primera rueda de prensa de la historia del recinto, su director general, Víctor Sendra, destacó que ahora le toca a la gerencia hacer rentable la instalación: «Juan Roig ha cumplido con lo que le toca, sufragando de forma íntegra la construcción que es algo de lo que se siente muy orgulloso, y ahora nos toca a nosotros hacer el recinto sostenible. Para hacerlo posible es muy importante contar con nuestros patrocinadores y con los promotores, de los que hemos aprendido trabajando con ellos. La música vende en Valencia. El 75% de las entradas que han salido a la venta ya están vendidas, con un 50% de ellas de personas de fuera de la provincia de Valencia, y aún no hemos realizado ningún concierto. El Roig Arena viene a sumar a la industria cultural en Valencia».
Con respecto a la convivencia con la entidad taronja, Sendra aseguró que el Valencia Basket «tiene la prioridad absoluta» con lo que «no habrá casos de que no puedan disputar un partido por la realización de otro evento». ¿Y qué ocurrirá con los montajes y desmontajes cuando los eventos tengan pocas horas de separación? «Tenemos que correr (bromeó). Si un evento musical termina un sábado por la noche, el domingo por la mañana ya tiene que estar todo preparado para otro como pueda ser un partido de baloncesto». El gestor hizo hincapié en la movilidad y la seguridad como dos de las prioridades «donde estamos trabajando con el Ayuntamiento y la Policía. Contaremos con dos paradas de taxis fijas en la Avenida Antonio Ferrandis y se ha acordado una temporal en Hermanos Maristas cuando haya eventos. Hemos trabajado cómo dirigir los flujos de gente cuando salgan del recinto. Ahora iremos viendo y corrigiendo las cosas. Disponemos de elementos disuasorios y de control, como detectores de metales o sensores».
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