Tonet IV no tiene límites en el Individual de raspall

Tonet IV ama el Individual. Le hace ojitos. Lo mima. Lo prepara con esmero junto a Marrahí. Escucha con atención los consejos de su padre entre quinze y quinze. Y se enrabieta ante cualquier atisbo de mala fortuna que le cueste un tanto en contra... aunque ya sea cuando va dominando la partida. Esa concentración extrema y ese trabajo minucioso tiene el premio de haberle convertido ya, con sólo 24 años, en una leyenda del raspall.

Nadie ha conseguido lo que ya ha logrado Tonet IV, que además parece no tener límites. Con el de este sábado (tras ganar en la final de Xeraco a Iván) van cuatro títulos consecutivos marca un hito que sólo habían conseguido hasta la fecha Pasqual II y Waldo. «Son gente a la que admiro, no me planteo compararme con ellos», comenta. Pero sí se codea ya con ellos. Está claro que Waldo es el mayor referente por palmarés en el Individual de raspall, pero Tonet IV, como contrapartida, tiene el mérito de estar marcando una época desde la posición de mitger. Además, desde que empezó a jugar el mano a mano, nadie ha sido capaz de ganarle. «Desde que comencé, yo sólo estoy centrado en el día a día y en seguir disfrutando de la pilota», incide.

Y lo hace, salvo en momentos puntuales en los que se indigna. Como en ese quinze en el que tenía la pelota controlada... hasta que rompió en la escala, justo delante de su padre. Entonces protestó lanzándola contra la caída del último escalón, ganándose el ‘coscorrón dialéctico’ del público. La gente no entiende a los depredadores. Es más, Tonet IV ya está experimentando ese runrún tan del trinquet de ir con el teóricamente más débil. «Es normal que el aficionado quiera cambios cuando lleva bastante tiempo ganando el mismo», reconoce.

Por eso la final de este sábado en Xeraco no era una partida más, sino la más esperada. Había una enorme expectación. Deseo de comprobar si Iván, el heredero natural de Moltó, era ya capaz de hacer claudicar a Tonet IV. Y el emergente pilotari de Ontinyent lo intentó. Salió como un toro, dispuesto a golpear primero.

Puso en aprietos al número uno, sobre todo desde el resto, donde ambos pilotaris se notaron cómodos. Pero Tonet IV lo estaba esperando. Concentración máxima. Nada se puede improvisar ni confiar a la suerte o a otros designios un torneo como este. Y mucho menos en una final. Por mucho que haya coincidencias. «¿Qué le damos? De vez en cuando, va y pega un trago de agua en la fuente de Sant Pasqual que hay en la entrada del pueblo», bromeó Rosendo, de la escuela de El Genovés, tras la partida, eufórico: «Robaron la figura del santo y León (el expilotari) avisó que nadie ganaría el Individual mientras no estuviera. Tardamos cinco años...».

¿Velará Sant Pasqual por su imbatible rey del raspall? Sea o no así, Tonet IV es también un número uno esculpido a base de trabajo y análisis. Como el que hizo en la propia cancha para cambiar el saque en su segundo turno, picándosela a Iván para complicarle el primer resto. Para que no le pudiera apretar de inicio. Aún así fue desde esta parte donde el de Ontinyent estuvo más incisivo en toda la partida.

No halló su mejor saque, que le reportó muy pocos tantos, y así resulta imposible ganar una final ante Tonet IV. El de El Genovés no da una pelota por perdida y tiene una velocidad de piernas envidiable. «Iván también, yo creo que leo bien cada tanto, intento anticiparme y he tenido la suerte de que me ha salido bien», asegura con humildad después de su incontestable victoria (25-5). Con la de alguien que sabe que está marcando una época pero no quiere verbalizarlo en voz alta.

Este domingo termina de definirse la final de escala i corda, que se disputará el próximo sábado en Pelayo. Puchol II espera a De la Vega o a Pere Roc II. Ambos se baten este domingo (18.30) en La Pobla de Vallbona.

Temas

• Valencia (Provincia)
• Xeraco