«Con permiso, buenas tardes»: el influencer que revoluciona el circuito de Cheste
El joven creador de contenido, que lleva la elegancia de los camareros por los lugares más inverosímiles del mundo, se estrena en MotoGP
Por el paddock del Circuit Ricardo Tormo, apenas puede dar dos pasos seguidos sin que le paren y le pidan una fotografía. «Con permiso, buenas tardes». Es la sencilla frase que ha llevado a Cristian Ventura al éxito tanto en TikTok como en Instagram. Sus vídeos acumulan millones y millones de reproducciones desde hace poco más de un año, cuando saltó a la fama de la manera más inocente. El suyo es uno de esos claros ejemplos del disparatado poder que esconden las redes sociales. En unos meses, este joven sevillano ha pasado de ser un camarero anónimo a recorrer lugares inverosímiles de todo el mundo portando con elegancia una bandeja. Este fin de semana, con Cheste como escenario, se estrena en un evento de MotoGP.
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Un fenómeno viral que traspasa fronteras. Cristian Ventura, vestido siempre con una impecable camisa blanca y corbata roja, ha creado un personaje arrollador. Su actitud y su característica frase, la de «con permiso, buenas tardes», le han abierto puertas en todo el planeta. Eventos de todo tipo solicitan su presencia para amenizar el ambiente. El mundo del deporte también le reclama. Como ha sucedido este fin de semana en Cheste.
El andaluz, de 28 años, se toma con entusiasmo su eclosión como influencer. «Ha sido todo muy rápido y estoy disfrutando el camino, conociendo gente nueva y pasándomelo bomba. He estado en Londres, Miami, Puerto Rico... Eso para mi es flipante», afirma entre foto y foto en el paddock del Circuit.
Su vida ha dado un giro de 180 grados: «Empecé a los 14 años de camarero. He estado toda mi vida de camarero». Hasta que un día, un amigo tuvo una ocurrencia que, sin saberlo, iba a proyectar a Cristian Ventura como creador de contenido. «Fue algo de cachondeo, por un compañero que me grabó un vídeo de broma para TikTok. Ese primer vídeo pegó bastante fuerte y ya tuvo tres millones de reproducciones. A raíz de ahí, me motivé y le cogí el gusto a grabar. Me gustó como hobby y ahí empezó todo. Llevo un año y cuatro meses dedicándome a las redes».
Un universo, hasta ese momento, prácticamente desconocido para él: «Antes no tenía ni TikTok ni Instagram». Actualmente, acumula 2,5 millones de seguidores. Aquello que comenzó como una simple broma de amigos se ha transformado en un negocio más que rentable: «Vamos por todos los lados, donde me llaman voy a grabar. Trabajo en una agencia y se ponen en contacto con ella y cierran las cosas».
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