La pionera que entregó toda su vida al fútbol
La valenciana convirtió a Camporrobles en la cuna de este deporte en la Comunitat. Con una Copa en su palmarés mira con optimismo el futuro
Mariví Sanglada nunca sabrá cuántas niñas pidieron a sus padres unas botas de fútbol por ella. Por ella y por otras pioneras que se empeñaron en demostrar que no había deportes de hombres y de mujeres.
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Nacida en Camporrobles, fue capaz, allá por 1995, de convertir a una localidad de unos 1.200 habitantes y a un centenar de kilómetros de la ciudad de Valencia en la cuna del fútbol y de los viajes en autobús a los partidos «en una auténtica fiesta en familia». Incluso al bingo jugaban.
Mariví es la muestra de toda una vida dedicada al balompié. Nunca se había lesionado hasta que una rotura del cruzado le dejó en el dique seco. «Me recuperé y cuando iba a volver, me rompí de nuevo». Cinco años después de aquella grieta que frenó su carrera se sacó la ficha federativa «por si acaso» en el algún momento su Camporrobles de veteranas lo requería. Y ese día llegó: «Me preguntó el entrenador que cómo me encontraba y dije que lo intentaría. Hasta ahora».
«Ganar la Liga con las veteranas en la temporada 2011-2012 fue increíble, sacamos los tractores en el pueblo. El año anterior casi lo logramos y conseguirlo me hizo muy feliz», afirma la deportista
En su casa se respira fútbol. Su marido es entrenador en el Camporrobles y ella dirige el equipo infantil-cadete junto a Noelia Soriano. Es jugadora del amateur femenino y ayuda a Leo Peris, técnica del equipo. Pero hay más: «Soy vicepresidenta del club, junto a dos mujeres más, la presidenta y secretaria también son mujeres...», presume orgullosa de un club que alcanza el medio centenar de fichas. Fue campeona de la Copa de la Reina con el CF San Vicente Valencia, actual Levante, y su hija, a los 15 días de nacer, vio su partido de fútbol. Ahora también juega e incluso han podido compartir terreno de juego en un día «inolvidable». El pequeño de la familia también es un habitual en las gradas de los estadios.
Mariví ama la esencia del fútbol. Sus referentes son «las veteranas» del Camporrobles: «Son las primeras que se implican en cualquier cosa que tenga que ver con el club, arriman el hombro siempre. Nunca fallan». Por eso, aunque ha saboreado títulos, ha vestido la selección y cosecha cientos de victorias, no duda ni un momento en escoger la mayor aportación del fútbol a su vida: «Las amistades. Recordarlas y lo vivido juntas me hace feliz». Reconoce el salto que ha dado el fútbol durante los últimos años. No siente nostalgia. Mira con optimismo el futuro. Ruth García, también leyenda, Arantxa Soriano o Mati, son otras de las que han paseado el nombre de Camporrobles con orgullo.
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