Valencia gana opciones para ser sede del Mundial 2030

En el caso malagueño, su candidatura dependía de una reforma de La Rosaleda, que actualmente cuenta con un aforo ligeramente superior a los 30.000 espectadores. El club, junto al Ayuntamiento y otras instituciones, se comprometieron a llevar a cabo una remodelación del estadio. Sin embargo, la falta de avances y la mala gestión institucional han terminado por frustrar el proyecto, lo que ha llevado a Málaga a renunciar oficialmente a su candidatura. Esta situación reabre la puerta a Valencia, que sigue contando con un estadio en construcción y una propuesta viable de cara al Mundial.

La renuncia ha sido una decepción en Málaga. Lo que en su día fue un proyecto ilusionante para la ciudad, la provincia y el fútbol local, se ha convertido en un fracaso institucional. La decisión fue anunciada este sábado por la mañana por el alcalde, Francisco de la Torre, tras una reunión con representantes del Málaga CF, peñistas y responsables de la Junta de Andalucía y la Diputación de Málaga. El anuncio marca un punto de inflexión que, en palabras del propio regidor, responde a que «no merece la pena seguir adelante».

La principal causa de la renuncia es la imposibilidad de ejecutar a tiempo las obras necesarias para convertir La Rosaleda en un estadio acorde a las exigencias de la FIFA. El proyecto se ha visto lastrado durante años por la inacción, la falta de acuerdos firmes y la descoordinación entre administraciones. «Esto no se hace por dinero, sino porque creemos que es lo mejor para el club, la afición y la ciudad», explicó De la Torre, quien insistió en que no quieren que Málaga «quede mal ante el mundo ni que el club pierda a su afición durante dos años».

Pese a la magnitud del anuncio, ni la Junta de Andalucía ni la Diputación de Málaga —presentes en la comparecencia— tomaron la palabra ni respondieron a las preguntas de los medios. Su silencio ha sido interpretado por algunos sectores como un intento de evitar asumir responsabilidades directas en este desenlace.

Las opciones de Valencia

Para completar el cupo de once sedes españolas para el Mundial 2030, otro estadio deberá ocupar el lugar que deja libre Málaga. A día de hoy, hay ocho ciudades confirmadas como anfitrionas: Las Palmas, Sevilla, Madrid, Zaragoza, Barcelona, Bilbao, San Sebastián y A Coruña.

Entre los estadios que no superaron el corte final de la FIFA figuran, además del nuevo Mestalla, El Molinón (Gijón), la Nueva Condomina (Murcia) y el Municipal de Balaídos (Vigo). Ninguno de estos tres recintos cumple actualmente con los estándares de la FIFA, por lo que necesitarían reactivar sus planes de reforma si quieren volver a la carrera. En el caso de Mestalla, las obras ya están en marcha y se espera que el nuevo estadio esté finalizado en verano de 2027, lo que le da una ventaja importante respecto a las demás candidaturas descartadas.