Polémica en el San Gregorio

valencia. 90 segundos. Ese fue el tiempo que discurrió entre el disparo de Tyronne que cruzó la línea de gol hasta que subió al marcador. Corría el minuto 54 de partido entre Huracán y Huesca. El visitante Mainz chutó desde dentro del área, el balón rebotó en Paco y le cayó a Tyronne quien no se lo pensó para batir al meta local. El asistente levantó el banderín y el colegiado dio por nulo el tanto. Una decisión que revocó un minuto y medio más tarde ante la incredulidad de un San Gregorio que una semana más se había llenado hasta la bandera.

Ruipérez Marín se acercó a su auxiliar para intentar frenar la amenaza de tangana. El árbitro expulsó al técnico local Toni Seligrat quien no daba crédito a lo ocurrido. Con el cero a uno en el marcador, el Huracán hizo honor a su nombre y se empecinó en anular al rival. Adelantó sus líneas y tanto fue el cántaro a la fuente. que el gol del empate llegó en una jugada de estrategia gracias a un gran testarazo de Amarilla.

El público y el banquillo del Huracán estaban entregados. Aridai primero y Fali después a punto estuvieron darle la vuelta al marcador. Fran Mérida, ex del Atlético entre otros, también puso el susto en el cuerpo a los seguidores del conjunto valenciano. Sin embargo el electrónico ya no se movió en los 94 minutos de partido.

El tanto del Huesca supuso un antes y un después en el encuentro. No sólo en el marcador. La tensión que se respiraba minutos previos al partido de ida de la final del ascenso a Segunda en la grada no se reflejó en el terreno de juego.

Ambos equipos mostraron un respeto mutuo. Sólo algunas internadas por la derecha con Javi Navarro y Fali como protagonistas aceleraban un poco el pulso a un público que ha vivido en el San Gregorio una fase de play-off con situaciones para recordar como la lesión del colegiado en el primer partido o la tormenta de la semana pasada en la segunda fase.

El balón dejó de rodar por el césped con el empate que había conseguido Amarilla, pero los ecos de la decisión del árbitro de dar como válido el polémico gol del Huesca no cesaban. De hecho, el presidente del Huracán, Toni Hernández, no se mordió la lengua: «Nos van a tener que matar para que no subamos. A lo mejor levantan otra bandera», comentaba a la Cadena Cope: «La cara de tonto que se le queda a uno cuando le roban la cartera así en casa». Por su parte, Seligrat se mostró contrariado por la decisión del colegiado de expulsarlo aunque también comprensivo: «Yo siempre soy educado porque creo que son humanos y se pueden equivocar no entiendo la expulsión». En el encuentro de vuelta junto a Seligrat verá el partido desde la grada Fali, quien sumó la quinta amarilla. Por lo que el Huracán deberá buscar el pase a Segunda sin uno de sus defensas fijos pero sin bajar los brazos como siempre. Será el próximo sábado en El Alcoraz de Huesca.