Cayetana Guillén Cuervo: «Hacer de lesbiana es un aliciente»
Cayetana Guillén Cuervo está pluriempleada. Interpreta con éxito a Irene, una homosexual en 'El Ministerio del Tiempo', y este 2016 cumple dieciocho años al frente de 'Versión Española' (La 2)
NURIA ROZAS
Domingo, 3 de enero 2016, 14:13
Cayetana Guillén Cuervo (Madrid, 1969) no se achanta con nada. Por eso, cuando le propusieron interpretar a Irene en 'El Ministerio del Tiempo', una lesbiana de 1930, le pareció todo un reto y aceptó. Lo ha compaginado con 'Versión Española' (hoy, a las 22.30 en La 2), el programa de cine español con el que lleva en antena 18 años.
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Jordi Hurtado y usted tienen el secreto de la eterna juventud. ¿Cuál es?
¡Ser agente de 'El Ministerio del tiempo'! Ja, ja. Me meto por una puerta y salgo por otra y así no pasan los años...
Además va pisándole los talones a su compañero, él lleva casi 19 años en 'Saber y Ganar' y usted 18. ¿Cómo se consigue?
El objetivo de TVE es emitir películas españolas dando un servicio público y explicando el porqué se han hecho con los propios creadores. Supongo, que yo, al ser actriz, puedo contar las cosas desde dentro y los invitados se sienten cómodos porque hablan con uno de los suyos.
Presenta 'Atención obras', 'Versión española', aparece en 'El Ministerio del Tiempo'... ¿Le da el tiempo para tanto?
No siempre estoy con tantas cosas a la vez. Ahora se me han juntado los proyectos y estoy educada para afrontar mis compromisos y no dejar a nadie colgado, porque moralmente no es correcto. Yo lo he asumido todo, sabiendo que eran unos meses de muchísima presión y que iba a estar dedicada en exclusiva al trabajo.
¿Celebrarán la mayoría de edad con 'Versión española'?
No está previsto, estamos tan bajos de presupuestos que es todo bajo mínimos. Celebraciones, pocas. Lo haremos a nivel privado.
Además de presentadora, ha sido chica Almodóvar. Él dice que solo escoge a «mujeres atípicas y con un físico especial». ¿Se siente así?
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¿Yo? Ja, ja. Pues no sé, la verdad. Uno tiene una perfección de sí mismo parcial y quizá los demás la tienen más completa... Yo me considero una chica normal y con mucha capacidad de trabajo, eso sí.
El cine español ha batido récord con 'Ocho apellidos vascos' y su secuela catalana. ¿Es fan?
¡Sí, mucho! Además es una maravilla que el director sea Emilio Martínez-Lázaro. Lleva toda una vida trabajando y es poner en valor a una generación, que a veces se olvida injustamente.
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Están pensando en hacer una tercera parte. ¿Se animaría?
Sí, ¡yo me animo a todo! Con que me guste el proyecto, me vale.
Musa del 'Orgullo Gay'
¿No existe la palabra 'paro' en su vocabulario?
No existe porque me he preocupado de hacer muchas cosas y generar trabajo, no porque tenga más suerte que nadie. Me lo he currado. Desde pequeña vi que en este mundo era complicado mantenerse activo y decidí compaginarlo con otras cosas. Y me especialicé en periodismo cultural, que es lo que hago en 'Versión Española', en la Ser con Iñaki Gabilondo...
Interpreta a una mujer lesbiana en 'El Ministerio' (TVE). ¿Le da más reparo este papel?
Para mí hacer de lesbiana es un aliciente. Realmente no se había tratado la homosexualidad, en un personaje tan capaz y potente de una manera normal, sin darle especial atención a su orientación sexual. Es lesbiana como podría ser heterosexual.
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¿Se ha inspirado en alguien?
Una de mis mejores amigas es lesbiana y a lo largo de los años me ha ido contando muchas cosas, de cierta introspección o silencio, que ha vivido al no poder compartir su realidad. Su amistad me ha ayudado mucho. Y mi personaje ha sufrido lo mismo, porque ha nacido en 1930 y la han casado con un señor que la desprecia y la toma por loca, precisamente por su homosexualidad.
Se convirtió el año pasado en la musa del 'Día del Orgullo Gay'. ¿Se lo hubiera imaginado?
Estoy muy contenta y es un colectivo que para mí no es nuevo. Haber dado ese pregón con Amenábar por mi personaje me parece un regalo: significa que se sienten identificados en él.
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Su hijo participó en 'MasterChef Junior'. ¿De tal palo tal astilla?
Ja, ja. Bueno, él fue de invitado a probar una comida. Yo no le incito nada, él tiene que jugar y estudiar.
¿Le gustaría que siguiera sus pasos?
No sé, que haga lo que le haga feliz. Pero es una profesión muy inestable y sacrificada.
¿Qué propósito se ha marcado para este nuevo año?
Tener más tiempo para mí y para estar con mi niño y mi pareja.
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