Los sonidos de la paella

'Llorenç Barber. La construcción de un nosotros múltiple' es la primera gran exhibición sobre la obra del autor nacido en Aielo de Malferit y que es todo un recorrido por la vida del artista. La muestra se enmarca dentro de la convocatoria 'Trayectorias' y está instalada en la sala Ferreres del Carmen. La majestuosidad del espacio se enmarca con más de una decena de instalaciones sonoras con la firma de Llorenç Barber. Así, el visitante se topa nada más entrar con el 'Paellófono' inventado por el propio artista. Un artilugio en el que diferentes paellas se erigen a modo de 'gong' que resuena en el espectador.

Pero Barber, como él mismo insiste, es más que el que toca campanas. Muchas de ellas plagan la estancia pero también la música suena a través de una máquina de coser, de ollas con garbanzos o de un 'sambori', ese particular juego de niños con números que se salta sobre el suelo y que también, mediante una alta tecnología aplicada a la instalación, lanza un patrón diferente cada vez que es pisado.

«El arte sonoro, para los niños. Los auditorios, para los auditores», ha insistido el artista, quien insiste en que «el sonido son todas las maneras de ser escuchado». A lo largo del recorrido, el público se sorprenderá con esos instrumentos inventados por el propio Barber, así como una selección de sus músicas visivas y partituras que conciben la ciudad como orquesta. Toquen, vibren, sientan y escuchen. Parecen decir cada una de las instalaciones. Y dada la práctica participativa de Barber, la muestra adquiere también un sentido colectivo, el visitante también se topa con obras de sus colaboradores y de artistas cuyas poéticas son cercanas al artista.

Hasta un mapa de todos los lugares en los que ha actuado Barber corona una exhibición, comisariada por Lorenzo Sandoval y Montserrat Palacios, que da inicio al homenaje, a la «deuda» saldada, según el responsable de la coordinación artística del Consorcios de Museos, Vicente Samper, con un artista valenciano que también exhibirá en el IVAM el próximo mes de febrero.

«Para mí llegó el futuro. Después de cien años de sordera hacia el arte sonoro, Valencia acepta a una constelación de hombres y mujeres que ha trabajado en la ciudad o yendo al resto del mundo y el título es la postulación de lo público y lo comunal», ha explicado el creador. «Somos un nosotros que ha compartido decenios de propuestas y suma a otros nuevos para formular que el artista no es un ser local, sino mundial», ha añadido.

«Los músicos vivimos en la precariedad y, si no nos va mal, es porque nos vamos fuera y allí pagan por nuestro trabajo», ha denunciado el artista, al tiempo que ha criticado que «no hay ningún lugar en Valencia donde el sonido sea estudiado como manera de entenderse». En esta línea, ha ensalzado que «el músico no es aquel que sabe leer un pentagrama sino aquel que entiende la relación humana y cósmica y se centra más allá que en un solo punto».

Esta exposición se enmarca en la convocatoria 'Trajectòries 2023-2025', que promueve abordar la trayectoria profesional de artistas o colectivos y así contribuir a construir el relato del arte contemporáneo en la Comunitat Valenciana. El proyecto contará además con una segunda exposición en el IVAM con el archivo Llorenç Barber y parte del trabajo se presentará en el museo de Berlín 'Haus der Kulturen der Welt' en 2024, en formato performativo. El Consorci de Museus y el IVAM también colaboran en la edición del catálogo de la muestra.