Iker Jiménez aparca su nave del misterio en Valencia

Los amantes del misterio y de lo oculto tienen una cita ineludible durante las próximas semanas. La nave del misterio que dirige Iker Jiménez ha aterrizado en Valencia. En concreto, en el tercer piso del Ateneo Mercantil. Allí se ha instalado la exposición sobre el famoso programa de televisión que, hasta el próximo tres de julio, podrá ser visitada.

Busca entusiasmar a la gente, que el público de cualquier edad salga con energía, que vea la cantidad de historias de todo tipo y por todo el mundo que hay por descubrir, y sobre todo es una invitación a la investigación de lo que desconocemos, y que de aquí se salga con esas ganas; es un potenciador de la curiosidad humana, explicó Iker Jiménez tras presentar la muestra a los medios de comunicación.

Lo bonito de todo esto es que no es como esos museos en los que no puedes hacer fotografías ni tocar nada, que has de estar atento a no acercarte demasiado; aquí queremos que se hagan las fotografías con los personajes terroríficos que hay, o con los visitantes, indicó Carmen Porter, también presentadora del programa.

Queremos que sea una experiencia que le haga entender a la gente que pueden haber otros mundos, otras vidas muy diferentes a las que vivimos, agregó Porter.

Valencia es la novena ciudad que visita esta exposición, que antes pasó por Madrid, Barcelona y Bilbao, entre otras. Además, en la noche del viernes y del sábado los dos presentadores de Cuarto Milenio ofrecerán un coloquio en el Teatro Olympia para los que ya no quedan entradas desde hace semanas.

Hay una figura muy especial, que tiene que ver con la última mujer ejecutada; no sólo por lo criminológico y por ser ejecutada en 1960; lo que pasó después, hubo personas en ese lugar del patíbulo que sintieron cosas increíbles, y en conexión con esa mujer; la historia de Pilar Prades es para verla, reflexionar e investigar, señaló Iker Jiménez, en relación al guiño valenciano que hacen en la muestra.

Estamos comprobando que mucha gente cumple sus sueños, que se emocionan tanto por una pieza que comienzan a investigar; o un niño que descubre que quiere ser arqueólogo al ver a las diosas íberas; eso es lo que pretendemos conseguir, esa mirada milenaria de esta exposición, que la gente saque sus propias impresiones y que se emocionen, concluyó Carmen Porter.